Esta mujer ha sufrido en carne propia la desidia del gobierno, su hijo fue asesinado para robarle en el mes de mayo, le separaron la cabeza del cuerpo y Medicina Legal enterró su cuerpo sin la cabeza, tres veces abrieron la tumba violando la Ley y ella no tiene datos de su fallecimiento, ni siquiera sabe si la llevarán a juicio para verle la cara a los asesinos que fueron capturados. Pero el auto donde fue asesinado que era rentado, ya no es evidencia, fue entregado a sus dueños, pues su hijo Javier de 24 años lo alquilaba para botear por las noches y el auto se lo parquean frente a la casa como una forma de tortura. También la ropa que usaba Javier donde se muestran las puñaladas que le dieron, se la entregaron a ella. Cómo será ese juicio sin evidencias. Ella está en huelga de hambre y lo único que recibe es malos tratos de la policía política en la persona de un oficial que se llama Brian y hasta de los médicos ya que ha tenido que ser ingresada en observaciones dos veces para pasarle sueros y ponerle oxígeno. Así es la injusticia en Cuba, todo lo que le exigen es que deje de contactar con la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.