Por: Jorge Bello Domínguez
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Con las últimas disposiciones emitidas por el Consejo de Defensa Nacional, miles de familias cubanas que esperan por años la entrega de materiales de construcción para la reparación de sus casas, verán truncadas sus esperanzas en aras de tener un hogar que garantice un modo de vida -al menos- seguro.
El pasado 29 de septiembre, salió publicada en el rotativo Granma (Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba) una declaración -a modo de informe- emitida por el Consejo de Defensa Nacional (CDN). En ella, se hace balance a un sin número de cuestiones que los “Generales” jefes de las tres zonas estratégicas del país, consideraron en el análisis y evaluación de daños que causó el huracán Irma a su paso por territorio cubano.
Además de la cuantía en daños ocasionado por el meteoro a los habitantes e instituciones en distintas regiones del archipiélago cubano; también se da a conocer la decisión tomada por el gobierno de la isla consistente en la inmovilización de los inventarios y recursos de materiales deconstrucción; asi como la suspensión de su venta en la red de comercio, poniendo estos recursos en manos de los jerarcas de los Consejos Provinciales, lo que se traduce en un total estancamiento de miles de familias que -sin haber sido afectadas por el evento meteorológico-han sido victimas -por años- del burocratismo, la ineptitud y la corrupción de esos propios funcionarios, en los cuales hoy la dirección del país pretende delegar tal responsabilidad.
Con la puesta en marcha de esta disposición gubernamental, sería bueno preguntarse por el futuro de algunas de estas familias, como la compuesta por una anciana de 76 años de edad y dos menores, residentes en la capital y que quedarán en manos y a merced de los mismos “dirigentes” que le han mentido en forma desmedida. Estas personas, que sin ser damnificados por el huracán se encuentran desde hace varios años en una situación que deriva en un serio y potencial peligro para sus vidas, debido al deplorable estado constructivo de su vivienda próxima al colapso total.
Álida María Pons Menéndez, con domicilio en Libertad 363 altos entre D' Strampe y Figueroa, Reparto Santo Suarez, en el capitalino municipio de Diez de Octubre, es una jubilada y reside con sus nietos en una vivienda donde las paredes y el techo, se encuentran apuntaladas por vigas de madera en toda su extensión y el desprendimiento del techo, ha causado daños físicos en la anciana y es el peligro más inminente para la seguridad de esta familia.
Según explica Álida María, de nada han servido las tres cartas que ha enviado al presidente Raúl Castro Ruz, donde expone y evidencia su difícil situación habitacional, puesto que las respuestas recibidas del Consejo de Estado dicen que su caso es priorizado y aseguran haberlo remitido al Consejo de la Administración Provincial (CAP) de la Habana para su solución; pero en esos ajetreos está desde el 2012, sin que le hayan resuelto el problema y continúan en peligro de amanecer cualquiera de estos días bajo los escombros una vez que colapse.
Otra familia que será perjudicada por la medida tomada por la máxima dirección del país, es la de la señora Teresa Fuentes, del municipio artemiseño Güira de Melena, donde reside con sushijos y dos pequeños nietos, de cuatro y cinco años, en la calle 96 # 8905 entre 89 y 91.
Es una vivienda que presenta un deterioro avanzado, que los especialistas calificados la dictaminaron como inmueble con peligro de derrumbe, motivo por el cual habían sido incluidos en el programa de subsidios a la familia con mayores problemas constructivos de vivienda. Araíz de lo anunciado en días recientes, fueron informados en la entidad donde comercializan los materiales, de la suspensión en la entrega de los mismos, por tiempo indefinido, a pesar del peligroso estado actual de su morada.
Según se reporta en el informe oficial dado a conocer, los daños causados en el país por el potente huracán Irma, ascienden a la cifra de 158 mil 554 viviendas, con diferentes grados de afectación en las mismas y si a esto le sumamos las miles de casas que actualmente se encuentran en condiciones iguales a las afectadas por el evento reciente, entonces representaría un complejo escenario que con el paso del tiempo derivaría en catástrofe sin precedentes tomando en cuenta las experiencias pasadas.
Artemisa, 24 de octubre de 2017