Por Michael Sosa Oliva
En Güira de Melena, provincia Artemisa, a un kilómetro de la carretera del Plan Flores, se encuentra ubicada la Finca conocida como Las Porritas. El pasado 24 de agosto, el campesino llamado Nelson más conocido en la zona por el sobrenombre de “Tacio”, salió a pastorear sus vacas como todas las mañanas acostumbra a hacer, pero no se dio cuenta que en el lugar del pasto había una planta venenosa llamada ortiga, la cual ingirieron las reses.
Cuando regresó con los animales a los corrales, empezaron a caer al suelo muertos, en total fueron 13 vacas y un toro. La policía llegó al lugar y después de investigar, mandó a quemarlas. Trasladaron a la parte de atrás de un platanal todos los restos y les prendieron fuego; pero al marcharse las autoridades, un grupo de personas que viven en una escuela abandonada que hay cerca de allí, nombrada Juan Manuel Márquez, la que han convertido en refugio de los que no tienen casa, apagaron el fuego y se llevaron la carne para consumirla, a pesar de que los animales habían muerto por envenenamiento.
El campesino dueño de las vacas les explicó que si les pasaba algo, no era de su responsabilidad.
Artemisa, 5 de setiembre de 2013.