Por: Miladys Carnel González
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En la capital del país –en cualquiera de sus municipios- ya se ha hecho costumbre observar personas mal vestidas, algunas con harapos; mal olientes, con hambre y sed, que duermen en cualquier lugar que los coja la noche, lo mismo portales, que escaleras, incluso hasta en los parques.
En estos momentos, muchos de ellos no sienten ningún rubor en decir su nombre y explicarle a cualquiera su difícil situación. Ese es el caso del señor Rigoberto Ruiz de 73 años de edad, él ha escogido para pernoctar las calles del municipio Centro Habana, y en ellas cualquier tienda oestablecimiento estatal, con algún techo y… ¿por qué no? un hospital o una funeraria.
Este hombre de la tercera edad, se encuentra moviéndose de un lado a otro, dentro de la misma zona, en busca de algún alimento o de alguien que se lo proporcione, no importa la calidad ni la limpieza.
Él cuenta que le llaman Rigo, y es un paciente de VIH Sida. En el momento en que se lo detectaron -no sabe cómo lo contrajo- su familia le dio la espalda y lo expulsó de la casa. Es por eso que se encuentra en esta difícil situación, porque sus seres queridos no supieron asimilar que padezca esta enfermedad.
En estos momentos está sufriendo también de anemia, lo que le causa mucho sueño y se queda dormido en cualquier parte. Relata que precisamente la falta de alimento es la causa fundamental por la que tiene la hemoglobina baja.
Este anciano no recibe una adecuada atención médica, porque no tiene residencia fija en ningún lugar; además su condición de mendigo no le permite poder llevar una vida con los requisitos necesarios mínimos con que debe subsistir cualquier ser humano, en particular con la enfermedad que lo aqueja. Tampoco toma algún medicamente para levantarle las defensas y mucho menos mantiene la higiene corporal necesaria.
Él se conforma con decir –sobre su desgraciada existencia- que es posible que un día se quede dormido por ahí en algún lugar y que ya no despierte más, porque pase al sueño eterno. ¡Qué aspiración la de este pobre mendigo cubano!
La Habana, 3 de marzo de 2015.