Por: Judith Muñiz Peraza
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La falta de organización, maltrato y mal trabajo caracterizan a las tripulaciones de las ambulanciasy los paramédicos en todo el país lo que provoca dolor y sufrimiento a familiares; así comopérdidas de vida de algún que otro paciente, por no tener una asistencia adecuada y en su momento,algo que se ha tornado en una situación normal.
Al policlínico de Veguita, en el municipio de Yara, provincia Granma, llegó Felicia Díaz Fonseca acompañada por sus hijos Mariela y Jorge Sarmientos, su asistencia al centro de salud se debió a que presentaba fuerte dolor de cabeza, presión alta y calambre en los brazos, por lo cual la doctora de guardia decidió remitirla de urgencia al Hospital Celia Sánchez Manduley de Manzanillo.
Al solicitar el servicio de la ambulancia se tuvo que esperar desde las 8 y 30 pm hasta las 11 pm, lo que permitió aumentara la gravedad de la paciente a la que afectó una isquemia cerebral, quedándole inmóvil las piernas y el brazo izquierdo. La médico hizo varias llamadas reclamando la ambulancia, pero sin ningún resultado.
Cuando arribó al hospital, Felicia fue ingresada en la sala 1A Ictus, y trataron de estabilizarla con distintos medicamentos, pero ya era demasiado tarde, porque no se constataban sus reacciones. A pesar de ello sobrevivió, y a los 6 días fue trasladada a la Sala 21, que no tenía las condiciones adecuadas para la paciente.
En el mismo día hubo que llevarla de nuevo a la sala 1A, porque sufrió una recaída. El médico de guardia explicó que cuando la trasladaron para la sala 21, no se había tenido en cuenta sus condiciones y producto de ello podría tener como consecuencias quedar con secuelas para el resto de su vida.
La mala asistencia médica que prestan muchos de los centros asistenciales cubanos a los pacientes nacionales trae aparejado situaciones como la de Felicia a la que la seguirá la incapacidad para moverse y la necesidad de depender de alguien, lo que afecta también a la familia, no solo emocionalmente, sino desde el punto de vista material, ya que alguno de sus familiares tendrá que estar constantemente con ella.
Esta es la realidad de la salud pública cubana.
Granma, 29 de marzo de 2015.