Por Judith Muñiz Peraza
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La Dirección Nacional de Tránsito ha emitido nuevas regulaciones para todo tipo de auto, debido al mal estado que muchos de ellos presentan, lo que no permite que se le brinde la seguridad adecuada a los pasajeros de estos vehículos.
Las condiciones adecuadas para el mantenimiento de los carros viejos, son muy difíciles, por la falta de piezas de repuesto, y lo cara que son, al igual que los neumáticos. Esto hace que a veces los autos llamados “almendrones”, sean verdaderos “frankenstein” de la mecánica..
Hemos conversado con algunos de los afectados, que accedieron a darnos sus nombres: Emilio Zambrano, (auto chapa P075219); Julio Ricardo (auto chapa P065562); Eduardo Miranda (auto chapa P153916); y Emilio Larduet (auto chapaP179431); todos están muy preocupados por este tipo de revisión, ya que estos carros viejos que poseen, son el sostén de sus familias y algunos han tenido que dejar de utilizarlos para “botear”, mientras un grupo considerable ha sido multado.
No es menos cierto que muchos de estos vehículos ruedan por las calles del país, en difíciles condiciones técnicas, pero también es una realidad que son un alivio en el transporte, sobre todo para las personas que están apuradas y que se pasan horas esperando un ómnibus estatal, aunque signifique un sacrificio pagar 10 y 20 pesos moneda nacional (cup), por esta opción de viaje, es algo que se convierte en una posibilidad, dada la difícil situación del transporte urbano y en algunos casos interurbano.
También habría que cuestionar la afirmación estatal de que muchos de los accidentes de tránsitoestán dados por las condiciones de estos vehículos, que es lo que se le ha transmitido a la población oficialmente; sin embargo no se habla del mantenimiento vial y de las pésimas condiciones en que se encuentran la mayoría de las vías de acceso, por las cuales tienen que circular.
Es una obligación del régimen exigir que técnicamente estén en buenas condiciones estos autos que transportan pasajeros, para preservarles la vida; pero también deberían garantizar la posibilidad de que los cuentapropistas que se dedican a esta labor, tengan talleres de reparación equipados con lo necesario y no se vean obligados a acudir a la bolsa negra, para poder mantener por cortos espacios de tiempo los vehículos rodando.
Esto es un parche con respecto a la realidad, porque lo óptimo sería que tuvieran posibilidad de comprar en el mercado autos modernos, para lo cual no tienen presupuesto, por lo caro que resultan y también que el Estado, que se considera el padre de todo, tuviera los suficientes ómnibus para satisfacer las necesidades de los pasajeros. Para exigir hay que garantizar.
La Habana, 3 de marzo de 2015.