miércoles, 19 de marzo de 2014

UNA POR 18 GRAVES

Por: Martha Beatriz Roque Cabello

Maritza Concepción Sarmientos es miembro de la Red Cubana de ComunicadoresComunitarios, tiene ingresada a su nietecita en el Hospital Infantil “La Balear”. La niña de tres años de edad se nombra Melody Valero Concepción.

La internaron en una Sala por una bronconeumonía, que se le complicó y la pasaron primero para Terapia Intermedia y ahora se encuentra en Terapia Intensiva. Tiene líquido en los pulmones y se le ha corrido hacia el vientre.

Según Evelyn Pineda Concepción, tía de la niña, en el parte diario que dan los médicos se dijo que son 18 niños los que se encuentran allí, la mayoría de ellos con la misma afectación de una bacteria que les provoca el líquido en el pulmón.

El parte de las 7 de la noche del día 5 no se dio, según anunció un enfermero se daría a las 8 porque estaban atendiendo a una niña muy grave. A la hora indicada volvió a salir y pospuso la información para las 9, y definitivamente en su tercera aparición dijo que no habría parte, hasta el día siguiente a las 12 pm. Se quedaron todos los familiares sin conocer las condiciones de sus niños, porque no hay ningún acceso a la Sala.

Pudimos conversar por un celular con Maritza, la que nos contó que hay una solo doctora y que estaba atendiendo a un caso con igual padecimiento pero crítico, tratando de salvarle la vida; que por eso no le habían hecho una subclavia que tenía Melody indicada y que trajo como consecuencia que se saltaran un ciclo de antibióticos. Ella le pidió a Maritza que comprendiera que estaba sola con la otra pequeña paciente muriéndose.

Pasadas las 11 de la noche, después de más de 5 horas de haberle anunciado la subclavia, se llevaron a Melody para el Salón de Operaciones y se la hicieron en el muslo.

Pero en el local donde esperan los familiares, que no tiene ni asientos, ni tan siquiera un bombillo, el oficial de la Seguridad del Estado que se hace llamar Javier contactó a Evelyn y le dijo que todo el que quisiera podía ir allí, pero que no se podía formar ningún lío; que no fueran a gritar ¡Abajo los Castros!  o algo de eso.

Le dijo que “el casito” lo iba a atender con más cuidado la Directora del Hospital, que él había hablado con ella específicamente.

En una reunión del Consejo de Ministros celebrada el 28 de febrero pasado, el titular de Salud Pública Roberto Morales Ojeda dijo que: “Aun con todos los galenos que tenemos en el exterior seguimos contando con una de las tasas más altas de médicos por habitantes en el mundo”. Y Raúl Castro aseguró que en ningún momento se afectará la atención médica al pueblo cubano.

Sin embargo en una Sala de Terapia Intensiva Infantil hay una sola doctora para 18 pacientes graves y los familiares de los niños se tienen que ir a sus casas sin respuesta de un médico de lasituación en que se encuentran sus  enfermos.

Todos los que en la oposición conocemos a Maritza, estamos atentos del desenvolvimiento que tiene esta situación. Sabemos que el poco alimento que ella ingiere lo tiene que comer en el baño del cubículo para no perder un minuto de vista a su nieta (la que cría porque su hija, la mamá de Melody, tiene Síndrome de Down).

Usted puede apoyarla cargando su celular para que ella pueda comunicarse con el exterior. Su número 53972614. También puede divulgar esta situación, que permite constatar la falta de humanidad que tiene la policía política preocupada solo porque no se griten consignas antigubernamentales y engañando a la familia con una atención especial de una Directora que no ha asomado su cara.

A las 9 y 30 de la mañana del día 6 de marzo, Maritza buscaba afanosamente por toda la Sala a la encargada del “pantry”, porque no le habían suministrado la leche del desayuno a la niña y estaba llorando porque tenía hambre. Tuvo que darle unas galleticas dulces, a pesar que el médico le prohibió comer cosas azucaradas.

Esta realidad de hospitales en mal estado, falta de respeto a los ingresados y sus familiares, dejadez e ineficiencia médica es el cuadro que tiene la Salud Pública cubana, no importa lo que digan los dirigentes.

 

La Habana, 6 de marzo de 2014.