Por: Aramís Lázaro Sáez Sánchez.
Este inmueble, según vecinos del lugar, hace más de diez años era un taller de refrigeración, pero al estar en malas condiciones lo cerraron. Después, lo retomó el Instituto Nacional de DepontesEducación Física y Recreación (INDER), con el objetivo de que los niños practicaran artes marciales.
Tuvieron que suspender las clases, ante el peligro para los estudiantes, porque el lugar se encontraba en riesgo de derrumbe. Paredes y columnas con rajaduras, descorchadas, carente de techo en algunos espacios, en fin un área en completo abandono.
Los habitantes de la localidad plantean que lo mejor que podrían hacer, es entregárselo a algunas familias, para que lo reparen y habiliten como viviendas, que tanta falta hace y así dejaría de ser un criadero de plagas de ratas, cucarachas, mosquitos, entre otros los cuales, son perjudiciales a la vecindad.
La Habana, 13 de marzo de 2014.