miércoles, 19 de marzo de 2014

MUCHOS ENFERMOS Y POCO TURNOS

Por: Misael Aguilar Hernández

En el bien conocido santuario de San Lázaro, en el Rincón, municipio Santiago de las Vegas, en  la Habana, está radicado un hospital que se especializa en enfermedades de la piel, que suele atender casos remitidos de otros centros asistenciales.

En la actualidad solo se atienden diez pacientes diarios, lo que no satisface ni remotamente la demanda de la enorme cantidad de necesitados. Esto provoca agrias discusiones que estallan desde temprano, sobre quien va primero o después.

A partir de las cinco de la mañana comienzan la ansiedad y la tensión. Hay casos de personas que están marcando para atenderse desde la noche  anterior.

Una persona que había conseguido una remisión comentó que había ido con su esposa desde lamadrugada, y para su asombro ya se encontraba bastante lejos de los diez turnos que se otorgan.

Esta situación es preocupante, si se tiene en cuenta que las personas no son atendidas por la gravedad de su afección; o si se trata  de un niño,  o un anciano que vive solo; sino del número que se logre alcanzar en la cola. Es como escoger en una caja un boleto al azar.

Todas las madrugadas un grupo de personas aguarda en las afueras del hospital del santuario con el deseo de poder acceder a la atención médica. Muchos deberán volver otro día. En el pueblo del Rincón llaman a los que esperan “los suplicantes y eso parece ser realidad.

Estos enfermos aguardan que se realice para ellos el milagro de ser atendidos, pues algo que pudo ser sencillo en la Cuba, diez años atrás, como tratarse una enfermedad de la piel, hoy se considera un privilegio.

 

La Habana, 4 de marzo de 2014.