Los que suscribimos: Harold Alcalá Aramburo y Maikel Delgado Aramburo, somos presospolíticos sancionados a cadena perpetua, por el suceso de la “Lancha de Baraguá” en marzo del 2003, cuando Fidel Castro fusiló a tres jóvenes por un intento de salida del país, para dar un escarmiento.
Escribimos esta carta para transmitir las gracias a todas aquellas personas, que luchan de una forma u otra, para que se respeten y se hagan valer los Derechos Humanos, de todos los cubanos que viven oprimidos en esta isla, y por los que se encuentran al igual que nosotros, en lascárceles cubanas, donde día a día se nos desvanece la vida, por el sufrimiento y el dolor indescriptible que es aquí adentro el pan nuestro.
En este mugroso lugar desde donde escribimos estas líneas, lo hacemos con congoja y lágrimasen los ojos, porque no concebimos que el ser humano pueda ser expuesto a tanto dolor y sufrimiento por tener ideas distintas y por no estar de acuerdo con el sistema totalitario que los hermanos Castro tienen implantado en Cuba.
Aquellos que levantan la voz reclamando sus derechos y buscando la libertad, son llevados a las prisiones; pero ningún castigo -por duro que sea- hará que todo el que piense igual que nosotrosse doblegue, porque valor y convicción en lo que creemos, sobra; y eso nos hace enfrentarnos a este sistema que lleva implícita la tortura física y mental.
El dictador Fidel Castro, bajo una nube de palomas, hizo una promesa el 8 de enero de 1959 al entrar a la Habana: “Yo quiero decirle a todas las madres cubanas que jamás por culpa nuestra se volverá a derramar sangre cubana”. A partir de esa fecha comenzaron los fusilamientos que no cesaron hasta el 2003, con los tres fusilados de nuestra causa, y lo único que ha hecho en todos estos años es arrebatarles a las madres sus hijos.
Ya llevamos 11 años en cautiverio, en celdas de castigo en la prisión de mayor rigor“Combinado del Este “, hemos sido amenazados de muerte, torturados psicológicamente y nos han provocado, levantando falsas acusaciones.
Nuestro estado de salud es delicado. Nuestras manos no están manchadas de sangre, no somos ni criminales ni delincuentes, nunca habíamos estado presos y sin embargo los Castro nos consideran terroristas; cuando en realidad son ellos los que tienen al pueblo pasando hambre ynecesidades, con pánico y sin libertad de expresión, lo que implica que no se respetan ni se hacen valer los Derechos Humanos.
No es fácil despertar cada día dentro de un hueco y sentir como la vida se nos va de prisa, pero seguiremos firmes y aunque hoy nuestros cuerpos estén entre rejas, nuestras ideas son libres.
Damos las gracias de todo corazón a todo aquel que de una manera u otra nos está apoyando, levantando la voz al mundo por la liberación de todos los presos políticos y la del pueblo deCuba. Gracias en particular a la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, que dirige Martha Beatriz Roque Cabello, a la cual le estamos muy reconocidos por todo lo que ha hecho por nosotros, la admiramos y la respetamos.
Gracias a las noticias que este grupo de prensa publica se conoce en el mundo la realidad en que viven los cubanos y además los disímiles atropellos y abusos que se cometen día a día en las cárceles de Cuba.
A todos los exiliados políticos que nos han brindado su ayuda desde el exilio, nuestro amor, corazón y bendiciones, en fin gracias.
Confiamos en ustedes y en nuestro señor Jesús Cristo, tenemos la fe y la esperanza de que algún día se haga justicia y poder personalmente estrechar sus manos.
¡Qué Dios los bendiga a todos! Porque si El Señor nos dio la vida ¿quiénes son los Castro para quitárnosla de esta manera cruel?
Harold Alcalá Aramburo y Maikel Delgado Aramburo