Por: Martha Beatriz Roque Cabello
El velorio se efectuó en la funeraria de Regla, donde la señora residía, y ninguno de sus familiares pudo ofrecerle una corona, como se acostumbra aquí, porque no había en la floreríade su municipio, que es la que le corresponde, ningún tipo de flor. Esta es la triste situación por la que, adicional a cualquier tragedia, tiene que pasar la familia cubana por la falta de abastecimientos y la desidia e ineficiencia gubernamental.
Pero Caridad se llevó a la tumba las flores que como homenaje a ella repartieron a las mujeres transeúntes, los miembros de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios en la calle San José, en el municipio Centro Habana.
Al igual que todos los miércoles -desde el 21 de noviembre de 2013- la policía política prohibió el acceso a mi casa, para no permitir la reunión semanal de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios. Algunos disidentes que pudieron llegar se reunieron en la calle San José casi esquina a Belascoaín, debajo de mi balcón, al que han nombrado: “El balcón de los helechos” y para homenajear a la mamá de Danaisi, repartieron flores a las mujeres que pasaban por el lugar, explicándoles que organización pertenecían y deseándoles “amor y paz”.
Esta entrega se extendió desde las 2 de la tarde hasta las cuatro, repartiendo azucenas y extrañas rosas blancas. Se entregaron más de cien flores por algunos de los miembros de la Red y apoyaron la actividad: Julio Antonio Ramírez Castiñeiro, Armando Peraza Hernández y Milton Rodolfo Lausán, de otras organizaciones disidentes.
Al retirarse los dos primeros fueron retenidos por un auto patrulla de la Policía Nacional Revolucionaria, a nombre de la Seguridad del Estado, pero cuando los uniformados vieron que los miembros de la Red se les acercaban, aceleraron el auto y se alejaron del lugar.
También resultaron arrestados en la puerta del edificio Alejandro Domínguez Moreno y Rodrigo Alberto Rodríguez Verdecia, conducidos en el auto patrulla 490 hasta la Terminal de Ómnibus.
Misael Aguilar Hernández y Bárbara Fernández Barrera, fueron apresados en su vivienda, en el municipio de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, a las ocho de la mañana. Los dos fueron conducidos a la Estación de Policía de la localidad, pero en ningún momento les presentaron una orden de arresto.
Mientras el régimen siembra odio y hostilidad contra los disidentes, un total de 17 opositores buscó la unidad con el pueblo a través de la paz y el amor que significa una flor blanca.