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Casi que se paraliza la flota perteneciente a la Empresa Pesquera de La Coloma, después del hundimiento –que ocurrió en días pasados- del “bonitero Abel Santamaría”, por falta de mantenimiento.
A raíz de este suceso las autoridades de Guarda Frontera, decidieron exigir como requisito indispensable poseer el título de maquinista de embarcación, lo que ha puesto a todos los establecimientos pesqueros a correr, pues un número considerable de los marineros que ocupan este tipo de plaza, no poseen el título.
Durante muchos años la Empresa Pesquera se ha dedicado a especializar en diferentes centros educacionales a patrones de altura, buzos y otras especialidades afines a la labor que se realiza en estos centros de producción.
Todo esto sucede en plena campaña de la captura de la langosta y otras especies, las cuales son decisivas para el cumplimento del plan de captura y producción de este año que debe finalizar en el mes de febrero de 2018.
Mientras tanto los trabajadores ya comienzan a alarmarse al estar en juego sus salarios y otras prestaciones que reciben, por las labores que realizan, dentro de este establecimiento y sin esperanzas futuras de ver la situación resuelta.
En conversación con uno de los pescadores de la flota langostera, comentó que uno de sus directores fue a reunirse con la Ministra del ramo y no le dio solución, lo que afectará no solo al obrero, pero también al propio Estado.
En la zona fabril, hay más de 700 trabajadores en diferentes líneas de producción y ya esta semana comenzaron a mermar los productos que han elaborado.
Solo quedan pescando un pequeño grupo de embarcaciones que en el momento de la decisión del Departamento de Guarda Fronteras, se encontraban en las zonas de pesca y por lo que es sabido permanecerán en ellas hasta tanto puedan cumplir con el plan de captura de lo que resta de mes y si es posible el entrante.
Algunos trabajadores de la industria, han cuestionado a la Dirección debido a las malas decisiones que se han tomado hasta este momento, que han puesto en riesgo la estabilidad económica de muchos de ellos.
A notar por la gravedad de la situación, vendrán días difíciles en esta localidad pinareña, ya que muchos hombres y mujeres dependen de esta Empresa, que se ha visto envuelta en serios problemas de organización, desvío de recursos, mal manejo de medios económicos, falsificación y otros delitos cometidos por funcionarios y directivos, algunos de ellos sometidos a un proceso investigativo por parte de la policía.
Pinar del Río, 14 de noviembre de 2017