martes, 28 de noviembre de 2017

FALTANTE DE SICOFÁRMACOS EN FARMACIAS

Por: Jorge Bello Domínguez

Teléfono; 53353648          

La actual crisis relacionada con en el desabastecimiento de múltiples medicamentos en las unidades farmacéuticas del territorio artemiseño, llegó hasta las personas que adquieren de manera controlada los llamados sicofármacos, por los distintos trastornos siquiátricos que padecen y cuya medicina les resulta de vital importancia para el control de su estado psíquico. Según refieren han dejado de comprar el medicamento prescripto, por tres meses consecutivos, debido a la no existencia de los mismos en la red de farmacias de la provincia.


En Güira de Melena, pacientes afectados por tal situación, han tenido que recurrir a personas que comercializan en la bolsa negra, este tipo de “droga controlada “, pero a precios elevados, en algunos casos fuera del alcance económico de los que lo necesitan.

Según refieren, desde el mes de julio del actual año, los establecimientos farmacéuticos con los que cuenta la localidad, no han sido provistos con algunos tipos de medicamentos, entre ellos destacan los de gran demanda en la población; pero de manera fundamental, han faltado los sicofármacos para pacientes con patologías de índole siquiátrica, como son: Clonazepam, Clobazam, Tirodacina y el Nitrazepam por mencionar algunos.

Dentro de los muchos afectados se encuentra la familia compuesta por Ricardo Hernández Herrera y su progenitora la señora Rosario Herrera, con domicilio en ave 89 No.9207 entre 94 y 92. Además de un cuadro severo de esquizofrenia, entre madre e hijo, él está afectado por una deformación bastante pronunciada en el lado derecho del abdomen, debido a una mala praxis médica, cuando años atrás se sometió a una cirugía abdominal por problemas intestinales; intervención quirúrgica que se le realizó en el Hospital “Hermanos Ameijeiras” de la capital, dejándole secuelas que le imposibilitaron un desempeño normal en la vida y un calvario de sufrimientos y agonías.

Ricardito -diminutivo por el cual todos lo conocen- contó lo siguiente:

“Desde hace tres meses, mi papá y mi hermana están comprando por la calle las medicinas que mami y yo tomamos, a cincuenta pesos (cup) cada frasco porque no hay en la botica y si las dejamos de tomar nos alteramos mucho. Mami hace días está mal porque le falta la Tirodacina que en estos momentos no la han encontrado ni por la calle, ahora; hace varios días que se me acabó el Clonazepam y tampoco me estoy sintiendo bien”. Continúa Ricardo explicando: “En la farmacia le dijeron a mi hermana, esta semana que todavía no había entrado y que estaban a la espera del envió, pero en eso llevan tres meses y nada”.

Ricardo está solicitando la posibilidad de que alguna organización humanitaria no gubernamental (ONG) le pudiera ayudar con esa situación.

La unidad farmacéutica ubicada en la avenida 97 esquina a 86, es la entidad municipal donde se expiden los fármacos controlados de carácter psicotrópicos y una de las dependientes del establecimiento dijo -sobre la situación a la que se hace mención- que efectivamente había un atraso significativo en los envíos del medicamento que superaba los tres meses, tampoco dejó claro si habría una solución a corto plazo al problema.

Lo cierto es que al igual que Ricardo y su mamá, existe en la actualidad un grupo importante de personas en el territorio güireño, con trastornos psíquicos expuestos a pronta recaída, lo que afectaría sustancialmente su salud mental, si las instituciones estatales encargadas de resolver esta situación no les garantizan -de manera inmediata- el imprescindible medicamento que requiere su enfermedad.  

 

Artemisa, 18 de noviembre de 2017