miércoles, 29 de noviembre de 2017

LA EMPRESA ESTATAL POR DENTRO

Por Dagoberto Martínez Martínez

Teléfono 48 794454

Hace ya más de quince días del hundimiento de la embarcación “Abel Santamaría”, dedicada a la pesca de bonito y perteneciente a la Empresa Pesquera de Pinar del Rio, donde once pescadores estuvieron a punto de perder sus vidas.

Hoy comienzan a florecer los problemas dentro de la fuerza trabajadora de este establecimiento, cuando se realice la reubicación de esta tripulación, en otras áreas de trabajo, debido a que no tienen embarcaciones para el remplazo de las posibles pérdidas.

Se comenta entre los trabajadores que será despedido un grupo del personal contratado en el área fabril, aunque algunos ya llevan más de un año laborando, con el fin de obtener una plaza fija. Pero todo parece indicar que estos puestos serán utilizados para los onces pescadores que en estos momentos están sin pescar, por falta de embarcación.

Y es ahí cuando surgirán las dificultades, ya que, a pesar de todas las pérdidas que sufrieron estos hombres, también se les sumara la de su salario como pescadores, y desde ya, están hablando de su inconformidad, porque plantean que no son responsables de los hechos que provocaron tan lamentable accidente.

Según el capitán de la embarcación Celestino Reyes Pozo, marinero de una vasta experiencia, y curtido por el agua salada, el hundimiento de la embarcación fue originado por una tabla del casco del barco que se soltó, producto a los largos períodos de trabajo sin darle el mantenimiento que cada cierto tiempo hay que realizar a todas estas embarcaciones de maderas y que de hecho ya lleva más de cuarenta año en explotación.

Hasta hora la dirección de la Empresa no se ha proyectado en desmentir la gama de comentarios realizados por los propios pescadores con relación a la falta de mantenimiento de la flota de embarcaciones e incluso la escasez de piezas de repuesto, lo cual cada día se hace más crítico.

Como parte de la Empresa, existe un astillero -de los más moderno del país- el cual en sus inicios se dedicaba a la construcción de embarcaciones del tipo plástico, e incluso los “famosos” botes, los cuales daban un buen resultado a la entidad. También fabricaban embarcaciones muy funcionales y con mucha más comodidad y protección para los marineros, a la hora de navegar; y como es sabido a los varios años de explotación de dicho astillero, de la noche a la mañana dejo de producir.

Esta es la realidad que se vive en las empresas estatales en Cuba



Pinar del Río, 28 de noviembre de 2017