martes, 4 de agosto de 2009

Sucesos narrados por la comunicadora comunitaria Elizabeth de Regla Alonso Castellanos.

En los predios del Hogar de Ancianos que tiene por nombre “28 de enero”, situado en Ave. Dolores y Acosta, municipio 10 de Octubre, existen salideros de aguas albañales las cuales corren por la acera y la calle, llegando hasta la esquina donde quedan estancadas formando un gran charco que obstruye el paso de los transeúntes, quienes tienen que hacer un rodeo para poder llegar hasta la otra acera. En muchas ocasiones resultan salpicados de estas aguas inmundas, al pasar los ómnibus que transitan por esa Avenida.

Justamente en el frente de esta institución hay una parada oficial de ómnibus, sin techo, sin asientos, con la acera rota por demás y los pasajeros también se ven afectados por la pestilencia de estas aguas albañales y el riesgo de ser salpicados con el paso de los vehículos.

Este asilo está “apadrinado”, según consta en la placa exterior, por el Ayuntamiento de Barakaldo, Caixa, Galicia, España, con el fin de mejorar las condiciones del lugar, pero solo se ha logrado tirar una cerca perimetral y darle un poco de color a las fachadas. Sin embargo no se ha hecho nada para remediar lo que tiene que ver con la salud de la población del área”.

“Por otra parte en todos los alrededores de este edificio que abarca una manzana entera, los registros de alcantarillados están tupidos y los huecos o baches de las calles almacenan agua putrefacta y agua de lluvia que constituyen caldo de cultivo de bacterias e insectos que dañan a la vecindad”.

Este suceso fue relatado por la señora Sonia Serrano, vecina del lugar, siendo una de las tantas personas afectadas.