“Yo acudo allí con mi hija pequeña por las tardes, el pasado día 2 de agosto me percaté de un cable de electricidad que pasa por debajo de los columpios donde los niños juegan que por demás está desenterrado, lo cual causa un total peligro para los infantes. Junto está el tubo que sostiene el armazón de hierro, totalmente suelto y para resolver dicho problema, pusieron encima una enorme piedra para hacerle contra peso al columpio de los niños y que no se levante”. Continuó diciendo: “Sin contar que el cercado del parque está todo destruido y la canal ya no rueda, por el paso de los años y el desgas, además de la falta de mantenimiento”.
“Este lugar no tiene una persona que lo cuide y es por eso que los niños ya grandes de 14 y 15 años, lo usan indiscriminadamente, rompiendo así lo poco que queda, lo que implica que los niños pequeños no lo pueden aprovechar.”
Ciudad de La Habana, 10 de agosto de 2009.