“Comienzan a hacer el registro, revisan los cuartos, el bañito, el comedor, la cocina, el patio y no encuentran nada, porque en realidad yo les había dicho la verdad y no me creyeron y ni siquiera nos pidieron disculpas”.
“Esto nos ha ocasionado mucho miedo, a mi esposo le ha estado subiendo la presión arterial. Creemos que este registro se debe a que mi familia está a punto de abandonar el país como refugiados políticos. Yo tengo mucho miedo que se repita esta situación o que el gobierno tome otras acciones en contra nuestra.”
“Somos personas jóvenes y decentes, creemos que en lo adelante tendremos que vivir bajo el acoso de las autoridades cubanas. Quiero que el mundo conozca las circunstancias por las que estamos atravesando.” Concluye Diara González.
Una vista de la casa y abajo el matrimonio de Diara y Sandi.
Provincia Habana, 10 de agosto de 2009.