Por: Bárbara Fernández Barrera
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Las generaciones más jóvenes de cubanos, no conocieron las tradiciones de la Semana Santa. A partir de la década del 60 del siglo pasado se fue perdiendo de una manera gradual, esa costumbre de nuestros ancestros, algo que perduró mucho tiempo en el pueblo cubano.
Aunque la Iglesia Católica continuó siempre esta costumbre, que empezaba con la repartición del guano bendito el Domingo de Ramos, la cortina de hierro fue puesta por el régimen cubano a través del adoctrinamiento y el desamor a Dios que se enseñaba en las escuelas; la eliminación de los colegios privados católicos, influyó –sin dudas- en la pérdida de este tipo de prácticas.
Para las personas de las tres últimas generaciones, que no estuvimos vinculadas a la Iglesia, ni a alguna religión en particular, resulta algo nuevo ver las imágenes de los santos cubiertas con paños, en particular el Viernes Santos, que ahora se permite que sea un día feriado.
Aunque ya no suele ser tan usado en todos los templos, por ejemplo en San Antonio de los Baños, provincia de Artemisa, se hizo. Allí encontramos a un joven de nombre Yerandi, de 21 años de edad, estudiante de ingeniería informática, que quiso entrar a la Iglesia, porque le resultó significativo el hecho de que hubiera una Semana Santa y que se percibiera el luto eclesiástico.
Cuando en Cuba existían otros conceptos éticos y otro tipo de formación educacional en las personas, había también un respeto y la aceptación de valores fundamentales que –sin dudas- hacen de una sociedad algo mucho mejor para todos y también desde el punto de vista espiritual.
Igual que Yerandi –los que nacieron en su época- desconocen de una serie de conductas de respeto, que forman a las personas como seres humanos, que pueden sacar de ellas lo más noble, sin enmarcarlo solo dentro de la religión.
Es posible que el pueblo de Cuba, mantenga el día de la muerte de Cristo, sin trabajar, pero costará mucho trabajo que guarde el respeto que esta tradición merece. Música alta, alcohol, fiestas, etc., continuarán mientras que no se logre interiorizar –como antes- que es un día de luto, al igual que el Sábado Santo.
Artemisa, 16 de abril de 2015.