lunes, 27 de abril de 2015

PARA SOBREVIVIR

Por: Juan Carlos Díaz Fonseca

Teléfono: 54288244.

Si usted está de paso por el municipio de Guanabacoa, en esta capital, no solo se encontrará con los babalawos como dice la voz popular, también oirá pregonar a Amarilis, cualquier cosa que tenga para vender ese día, si pudo salir a la calle.

Amarilis es una señora de la raza negra de unos 40 años, que para su infortunio es ciega. Pero esto no es óbice para que día a día se gane su sustento, caminando las calles de los diferentes barrios municipales, bajo el sol, con su bastón y una carretilla que arrastra.

En una caja plástica montada sobre las ruedas, lleva: pan, mantequilla, queso crema, pastillitas de caramelos y otros artículos más.

Los vecinos que ven el sacrificio de esta mujer discapacitada, se preguntan ¿Cómo es posible que tenga que hacer este esfuerzo personal para sobrevivir? Todos saben que con lo que recibe del Estado no puede sufragar sus necesidades perentorias.

No obstante, Amarilis se arriesga a ser detenida por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), decomisados sus productos y multada con una suma de 1500 cup (moneda nacional), ya que vender sin licencia de trabajador por cuenta propia es un delito, pero ella no puede dar una continuidad diaria a este trabajo, como para que le alcance para pagar los impuestos y vivir.

Casos como estos son comunes en todo el país. La semana pasada la policía –en un escandaloso operativo con 3 autos patrullas- arrasó con unas pequeñas tablas, sobre cajones, donde se ofertaban las mercancías de un grupo de sordo mudos en la calle Belascoaín en Centro Habana, no les bastó con eso, también los detuvo.

Esto es parte de lo que sucede cada día en la Cuba de hoy, cada vez más empobrecida, necesitada y hambrienta.

 

La Habana, 14 de abril de 2015.