El Yonki
Por: Jorge Bello Domínguez
Teléfono: 53353648
Pocos conocen su verdadero nombre, todos lo llaman por “el Yonki”. Lo cierto es que a este señor, que además padece de trastornos mentales, le permiten vivir en la caseta (un mini contenedor) que fue concebida para ser utilizada por el controlador de frecuencias de viajes de una cooperativa de ómnibus ruteros, ubicada en la terminal de Santiago de las Vegas, municipio Boyero, en la capital.
Si usted siente la misma curiosidad que yo, y se acerca a la caseta, que tiene la puerta forzada, podrá percatarse que allí tirado está un señor, de unos 70 años de edad, que descansa sobre el piso y acumula algunas pertenencias regadas por doquier. Junto al anciano se puede constatarun recipiente donde realiza sus necesidades fisiológicas dejando un fuerte hedor por todo el local, que sale hacia afuera.
Al preguntar a una joven dependiente de la cafetería de ese anden, la cual prefirió el anonimato, nos contó cómo ese señor llego a la situación que hoy vive y de la preocupación gua tiene ella y los demás trabajadores de ese lugar por la cada vez más deteriorada salud del viejito.
Me dijo de forma textual: “El Yonki llegó aquí hace alrededor de seis meses, comenzó a relacionarse con los chóferes de la terminal y siempre andaba montado en alguna guagua. Los conductores le tenían lástima y le daban algún que otro alimento, se bañaba en los baños de la terminal. Así lo conocí desde un principio.” “Pero un día, al llegar al centro, me encuentro quela caseta estaba abierta y dentro estaba Yonki dormitando, desde entonces es así, y nadie le dio importancia”.
Continuó la joven expresando: “Estamos preocupados ya que desde hace dos semanas él estámuy mal, le han dado varios desmayos y pérdida del conocimiento. El último que tuvo hubo quellamar a una ambulancia para llevarlo para el médico. Estando en el centro asistencial de salud al que lo trasladaron, en vez de ser atendido lo que hicieron fue llevarlo para la Estación de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria), de donde se escapó no sé ni cómo.”
La trabajadora terminó su relato explicando que desde este incidente se ha metido en elcontenedor y de ahí no se mueve, incluso para que coma algo hay que dárselo allí porque no quiere salir.
También supimos que vino un policía y dijo que Yonki estaba escapado del manicomio, cosa que de ser cierta, implica una gran negligencia, porque han esperado más de seis meses para que alguien dé una señal oficial.
No obstante, Yonqui ha estado aquí bastante visto. Las instituciones encargadas de estos casos, en particular donde él estaba ingresado, según dijo el agente policial, no lo buscaron bien y tampoco han tomado cartas en el asunto.
Lo que sí está claro para todos los que allí lo conocen y lo ven a diario, es que si no se toman medidas urgentes, y hacen algo para ayudar a este hombre, a pesar de lo que puedan darle de comer algunas personas caritativas, se morirá de hambre; máxime si después del incidente con la policía no quiere salir de la caseta.
La Habana, 16 de abril de 2015.