martes, 21 de enero de 2014

LAS DECEPCIONES DE LULÚ

Por: Julia Estrella Aramburo Taboas


Una señora del barrio a las que todos cariñosamente le llaman Lulú, fue a la bodega  que le pertenece ubicada en calle Apodaca esquina a Águila, a buscar un paquete de café que tiene derecho de comprar por la libreta de racionamiento. Cuando se lo despacharon, después de examinarlo, le manifestó al dependiente: “De contra que viene ligado con chícharo, y explota las cafeteras, hay que también aguantar que viene casi vacío.

Ella con posterioridad refirió en voz alta, delante de todos los que estaban presente en el establecimiento: “Es que ya estoy cansada de pasar trabajo, que todo es una burla. En la bodega te roban, en la carnicería también, el pollo que viene para la población parece una paloma. ¿Hasta cuándo el cubano tiene que aguantar? ¿Cuándo se va a vivir como persona?

 

La Habana, 18 de enero de 2014.

 

La Habana, 18 de enero de 2014.