Por: Misael Aguilar Hernández
Las camionetas particulares que trasladan pasajeros desde San Antonio de los Baños, Artemisa hasta Santiago de las Vegas en la Habana han sido en los últimos tiempos espacios de escenas violentas. Ello se debe a que estos conductores transportan más viajeros de lo que realmente es la capacidad en este tipo de transporte.
Maltratan a las personas, porque conocen la necesidad que tienen de viajar y las obligan a apiñarse unas contra otras, sin importarles que viajen entre ellos: mujeres embarazadas, niños y ancianos. Cuando alguien protesta amenazan con bajarlo en plena carretera.
El pasado sábado 8 de marzo, en horas de la mañana, cuando el cobrador de la camioneta con matricula BEA 298, les exigía -en tono descompuesto- a los pasajeros que se apretaran más los unos contra los otros; se convirtió en un serio problema porque la actitud provocó ira y protestas.
Una pareja que viajaba con tres niños y de pie, presentaban síntomas evidentes de asfixia. La reacción del conductor fue decirles que se bajaran, algo que casi provoca una riña en plena carretera.
Escenas como estas son cotidianas, pues para aumentar sus ganancias los dueños de estos medios de transporte desechan todo escrúpulo y las autoridades responsables no hacen algo porque se cumpla lo que está establecido.
Artemisa, 22 de marzo de 2014.