Por: Rodrigo Alberto Rodríguez Verdecia
En la oficina de reservación la demora es interminable y las colas también porque al parecer la Empresa de Ómnibus Nacionales no tiene suficientes trabajadores para cubrir las plazas de vendedor; por lo que la mayoría de las veces hay un solo empleado trabajando.
Sin embargo la estadía en esa fila también tiene que ver con la incompetencia y la desidia de losque expiden los pasajes.
Las pocas condiciones ofrecidas al público son evidentes, hay que hacer largas colas bajo el sol y de pie; todo porque la terminal no ofrece asientos para por lo menos mitigar el cansancio de personas desesperadas que por la espera. Esto hace que en ocasiones entre los que allí aguardan haya malos tratos y groserías.
La acera se llena de pasajeros que -por la desinformación existente- corren el riesgo de no alcanzar pasaje, ya que no saben a dónde dirigirse para tomar su turno.
Con tantas dificultades hay personas que cuando le hablan de la terminal de ómnibus prefieren no viajar.
La Habana, 1ro de abril de 2014.