Por: Danaisi Muñoz López.
El personal que reparte el almuerzo en la sala del octavo piso del hospital Miguel Enríquez, en esta capital, trabaja en la cocina central del lugar. El pasado día 8 de marzo, en el horario de almuerzo,el “pantrista” venia fumando y para pasar los alimentos de un recipiente a otro, lo hizo directamente con las manos y sin lavárselas.
Nurima Salabarría López, que estaba de acompañante en la cama cuatro, lo vio, le reclamo y él le dijo que eso era una cosa normal en ese hospital.
El resto de los pacientes y acompañantes se quejaron al “pantry” del hospital y la respuesta de los responsables fue que ellos no tenían que dar cuentas por lo que hace cada cual; y se negaron a dar más información de este individuo, que sin escrúpulos manipulaba los alimentos de personas enfermas.
La Habana, 30 de marzo de 2014.