Fotos tomadas frente al Club Barbaram en la Ave. 26, frente al Zoológico, en el Nuevo Vedado, Ciudad de La Habana.
En la jardinera situada en la entrada del club Barbaram de la Avenida 26, en Nuevo Vedado, municipio Plaza, se encontraba dormida profundamente pasando la borrachera, Esther María Fuentes vecina del municipio Cerro, según ella estaba “volá” (borracha) y explicó: “Imagínate este calor y la falta de jama (comida) acabó conmigo. En este tiempo el alcohol te hace efecto muy rápido, te baja el azúcar demasiado”.
Oscar Rodríguez, vecino de Ulloa # 1008 y Santa Ana, también en Nuevo Vedado, me refiere que últimamente ha habido un ascenso de mujeres alcohólicas en el país: “Los problemas que no tienen solución, la falta de comida, que no hay de donde sacar un peso, el salario es en Moneda Nacional que no vale para nada, y cada día suben más los precios de los productos de primera necesidad, que casi todos se compran en cuc (peso convertible cubano) en las tiendas de divisas, hasta los Campismos Populares le subieron los precios, yo por lo menos no puedo disfrutar de mis vacaciones, aquí una vida digna y decorosa es inalcanzable, me imagino cómo debe sentirse espiritualmente esa mujer para que se tire así a la bebida.”
“Date cuenta que aquí no tienes otra opción, y más cuando no tienes buena preparación o no tienes un apoyo fuerte para que te busque un buen trabajo o tener una buena casa para alquilar. El César lo que nos da es una migaja de pan y mucho ron malo para que no pienses, no digo yo si nos alcoholizamos. El gobierno siempre habla de los países desarrollados con el problema de la droga, pero aquí nos dan alcohol que es una droga también y acaba con familias enteras, las que más tienen que perder son las mujeres porque tienen hijos que dejan de atender y educar, no pueden darle lo que a otros hijitos de papá les dan. Las diferencias entre las clases sociales se han acrecentado desproporcionalmente, por eso la educación está como está y todo lo demás, la apatía y el desinterés por el trabajo y la vida en general, se ha apoderado de todos los cubanos que no vemos soluciones concretas a los problemas que hace cincuenta años venimos arrastrando ¡Mira! déjame no seguir que me estoy impulsando y ahorita salimos presos de aquí”.
Ciudad de La Habana, 7 de junio de 2010.
Suceso narrado por el comunicador comunitario Lázaro Yuri Valle Roca