Olga María Gutiérrez me comunica un suceso que está ocurriendo en Santa María y Apodaca, Guanabacoa, Ciudad Habana:
“Ya yo perdí la cuenta de las veces que el registro de aguas albañales se bota, parece que no le importa a nadie. Cuando llueve toda esta agua se mete en la casa, sin contar la peste que tiene y lo más irónico es que están con la lucha de los mosquitos, pero mientras esto continúe nunca van a radicarlo”.
“La semana pasada fui a Atención a la Ciudadanía y nada pasó sólo tomaron nota y todo quedó en el olvido. No tomaron medidas ni nada por el estilo, aprovechando fui hasta Aguas Negras y el Director me hizo dos planteamientos: el primero que no hay petróleo y el segundo que no hay piezas de repuesto. También me dijo que ojalá pudiera resolver el asunto, pero es que en el municipio hay más de 50 casos de fosas reventadas.
“Pero como cambia la cosa si se le pagar al camionero, al momento resolverían el problema, yo ya estoy cansada de lo mismo, me parece que no respetan las canas que yo tengo y a veces pienso que se están burlando de mí.”
Ciudad de La Habana, 21 de junio de 2010.
Sucesos narrados por el comunicador comunitario Rafael Egües Velázquez