La dictadura ha ensayado para ver la reacción de EEUU: arrestos, golpes, violaciones de derechos humanos, y no ha pasado nada
LA HABANA, Cuba.- Más allá de la poca información que tiene el pueblo de Cuba sobre lo que se cuece en las conversaciones entre su gobierno y el de Estados Unidos, el comentario popular es que el régimen cada día pide más y que los americanos están ofreciendo sin recibir nada a cambio. Aunque algunos también piensan que los “malos” del norte no son tan bobos como para hacer concesiones a la dictadura sin que soluciones políticas a cambio.
Lo cierto es que lo que se ve es lo que se siente. El Secretario de Estado John Kerry aseguró que en la isla se han producido avances, que se va en buena dirección. Sin embargo, el pueblo no los percibe, ni en el bolsillo y mucho menos en la mesa a la hora de comer.
Kerry también expresó: “Es posible restablecer gradualmente las relaciones con Cuba, antes de que la isla sea una ‘democracia completa’”. Tal declaración hace que la oposición tenga que preocuparse por las decisiones que tomará el gobierno estadounidense, pues el régimen ha “exigido” para el restablecimiento total de estas relaciones: el cese de las transmisiones radiales, televisivas y los programas de “subversión y desestabilización contra la isla”. En otras palabras, le está dando a Obama la tarea de acabar con la disidencia, algo que ni él ni su hermano han podido conseguir, ni siquiera encarcelando a 75 de sus líderes durante la Primavera Negra de 2003.
Es por eso que pese a la “generosidad” que se ha percibido hasta el momento de parte del gobierno norteamericano, el discurso de Raúl Castro ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas ONU, con sus cinco puntos de exigencia para la normalización de relaciones, quita esperanzas al pueblo, y en particular a la juventud, que sigue huyendo en masa del país.
La represión ha aumentado en los últimos meses, y cada vez más personas son llevadas a prisión por pensar diferente. Tres opositores que trataron de saludar al papa Francisco ahora están instruidos con 4 cargos, ellos son María Josefa Acón, Zaqueo Báez e Ismael Boris Reñi.
Desafortunado es el hecho de que haya poca preocupación en los medios internacionales por la represión a los opositores. Solo dos o tres veces el gobierno de Estado Unidos de América ha mostrado de forma pública su interés sobre el tema, pero de ahí no pasa.
El pasado domingo 11 de octubre la cifra de arrestados en todo el país alcanzó los 300 disidentes, a lo largo de la isla. También se ha vuelto a la ‘moda’ de los saqueos en las viviendas, violando la propia legislación socialista, porque se efectúan sin “orden de registro”. Los teléfonos celulares son apagados durante el tiempo en que sus dueños permanecen en cautiverio.
Se observa un mayor desdén de parte de las autoridades norteamericanas hacia los disidentes. Se demostró con la visita a Cuba de la Secretaria de Comercio, Penny Pritzker, la cual no tuvo contacto con la parte de la sociedad civil independiente.
Según lo que la propia Pritzker explica, las investigaciones que vino a realizar a la isla son de dominio público. Sin embargo, no es necesario venir aquí a aprender cómo funciona la economía cubana, cuando se sabe que su estructura está en total descomposición.
Ahora bien, si lo que están tratando ambos gobiernos es buscar soluciones conjuntas para poder escapar del embargo, por lo difícil que resulta eliminarlo, lo único que conseguirán es que las empresas estadounidenses que comercien con las cubanas, no estarán beneficiando al pueblo en lo absoluto, pero sí a la élite militar que tiene el poder. Por ejemplo, que nadie piense que el pollo que se está comprando en estos momentos en Estados Unidos, es para vender por la libreta de abastecimiento; por el contrario, estará en las desabastecidas tiendas de divisas, con precios que no están al alcance del cubano promedio.
Con la experiencia que se ha tenido hasta ahora acerca de las medidas que el presidente Obama ha podido implementar sin buscar el apoyo del Congreso y sin que el régimen tome algún paso positivo en favor de la democracia y los derechos humanos, las afirmaciones de progreso de John Kerry son un alerta para que la oposición que se mantiene reprimida, golpeada y encarcelada busque vías de solución internas. Definitivamente, la disidencia no puede contar con el apoyo internacional.
Ya la dictadura ha ensayado: arrestos, golpes, violaciones de derechos humanos, y no ha pasado nada; ni siquiera un grito a favor de la oposición. Se ha vuelto a la época de la ofensiva contra los que piensan diferente; así que nadie se asombre si se produce una nueva Primavera Negra, pero esta vez 4 o 5 veces mayor.