Por: Arnaldo Ramos Lauzurique
Hay formas sutiles de tergiversar la realidad histórica, una de ellas es destacando determinadas rostros en los billetes nacionales y otra consistente en manipular las conmemoraciones oficiales.
Se considera que las efigies de las personalidades más importantes de una nación se incluyen en los billetes de las correspondientes monedas, en un orden donde se pretenden destacar las figuras más relevantes. Esa fue la intención hasta 1959, cuando las denominaciones que más circulaban en Cuba, en papel moneda de uno, cinco y diez pesos correspondían respectivamente a José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez; nadie cuestionaba ese orden y todas las personas, comenzando por los niños, aprendían a venerar así a los tres principales patricios.
Después del 8 de octubre de 1967, se creó el innecesario billete de tres pesos, con la figura de Ernesto (Che) Guevara, con lo cual se le daba una mayor relevancia que a Maceo, Gómez y otras muchas personalidades de la historia del país.
Camilo Cienfuegos fue colocado en los 20 pesos, por delante de Calixto García, Carlos Manuel de Céspedes e incluso en febrero de 2015 se crearon nuevas denominaciones e Ignacio Agramonte pasó a estar por detrás de él, en los billetes de 500 y vieron la luz los de 200 y 1000 con las efigies de Frank País y Julio Antonio Mella.
Fuera de las denominaciones actuales, quedan muchos personajes de enorme importancia histórica y cultural, como Francisco Vicente Aguilera, el presbítero Félix Varela, José Antonio Aponte, Carlos Finlay, el obispo Espada, José María Heredia, Narciso López, Carlos Roloff, Guillermo Moncada y muchos otros que harían interminable la lista.
Aún más torcida es la intención con las conmemoraciones nacionales y oficiales contenidas en la Ley No. 116 (Código de Trabajo), que incluye 25 conmemoraciones de las cuales el 60% corresponde a acciones posteriores a 1959 y solo el 20% a las luchas independentistas. Dentro de éstas hay nueve conmemoraciones nacionales y días feriados donde solo se incluye el 10 de octubre como fecha independentista, mientras seis días recuerdan: el 1ro y 2 de enero, 25, 26 y 27 de julio y el 31 de diciembre.
En las conmemoraciones oficiales, donde no hay receso laboral, se incluyen 4 efemérides de la independencia: el nacimiento de Martí, la muerte de Maceo, el Grito de Baire y el fusilamiento de los estudiantes de medicina; así como 9 del llamado “período revolucionario”: el ataque al Palacio Presidencial el 13 de marzo, el día del Miliciano, la Victoria de Playa Girón, el Día de la Reforma Agraria, la muerte de Frank País, el día de las Víctimas del Terrorismo (avión de Barbados), la muerte de Ernesto Guevara, la desaparición de Camilo Cienfuegos y el desembarco del Granma.
Hay que señalar que el 7 de diciembre, en que se conmemora la muerte de Antonio Maceo Grajales, que había sido considerado Duelo Nacional durante todo el período republicano, quedó reducido a una conmemoración oficial.
Hay cuatro celebraciones de carácter internacional: Día de la Mujer, 1ro. de Mayo, 25 de diciembre (nacimiento de Cristo) y Viernes Santo (muerte de Cristo). Por su parte para el largo período republicano solo hay una que es el 12 de agosto, derrocamiento de Machado.
Se desconocen fechas tan importantes como: el inicio de la República, el 20 de mayo de 1902; el descubrimiento de Cuba, el 27 de octubre de 1492; el incendio de Bayamo por los patriotas, el 20 de enero de 1869; la Asamblea de Guáimaro, el 29 de enero de 1869; la protesta de Baraguá (a la cual se refirió Martí como el suceso más relevante de nuestra historia) el 15 de marzo de 1878; la terminación de la esclavitud en octubre de 1886; la Protesta de los Trece el 18 de marzo de 1923 y la proclamación de la Constitución del 40; entre otras.
Para personas que no hayan conocido otra realidad histórica que la que divulga el régimen, las personalidades que no aparecen en los billetes son de menor importancia y las fechas que se celebran y principalmente cuando no se considera día de trabajo, son las que recuerdan los verdaderos hechos históricos relevantes.
No se puede esperar otra cosa, de los que redujeron a Martí a simple “autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada” y que también limitaron la memoria del general Guillermón Moncada al nombre de un cuartel, que la mayoría desconoce a qué se debe.
La Habana, 29 de setiembre de 2015.