Por: Misael Aguilar Hernández
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El hecho de que el ganado vacuno esté caminando por las carreteras, es algo que puede ocasionar accidente, incluso lamentables. La cantidad de vacas y toros que suele verse en las carreteras de nuestro país, ha crecido en estos momentos, sin ir acompañado de un aumento de medidas de seguridad a tener en cuenta.
En el municipio de San Antonio de los Baños, perteneciente a la provincia de Artemisa, se ha vuelto un hábito, ver vacas que caminan solas o en grupos por las carreteras, sobre todo en el tramo que conduce a Santiago de las Vegas, en la capital. Esto sucede tanto en horas del día como de la noche.
Aunque es sabido cuan peligroso puede ser este hecho para los carros que transitan por estos lugares, ya que el choque con uno de estos animales, que de pronto salga a la carretera es altamente peligroso.
Puede considerarse una indolencia el que este ganado mayor salga del área de pasto y vaya a la carretera, sin que haya nadie que lo esté pastoreando. Tanto los particulares que poseen ganado, como las empresas estatales y las cooperativas, no lo cuidan lo suficiente para evitar esta situación.
Pero también tienen responsabilidad en el asunto, los que de algún modo deben velar por el orden público, que no llaman a contar a quienes poseen estos animales para así evitar que estos anden deambulando por la carretera. Y no hay que descartar los funcionarios provinciales y nacionales del Ministerio de la Agricultura, que sin dudan también transitan por estos lugares y pueden constatar el desorden con el ganado.
En conocimiento de que los accidentes por esta causa no han sido pocos, no hay por qué contribuir a que se incrementen, si se pudieran evitar. Es hora de tomar responsabilidad y conciencia, porque se trata de situaciones que bien pueden poner en juego vidas humanas.
Artemisa, 20 de octubre de 2015.