Por: Martha Domínguez Calero
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Estando esta reportera en el municipio de Bejucal, perteneciente este a la provincia de Mayabeque, visité la pizzería de la localidad, su nombre es “La Especial”, y allí pude saborear unas buenas pizzas, bien preparados espaguetis, etc. Esta unidad gastronómica está ubicada en el centro del poblado y hay que decir que cuentan con unas dependientes bastantes amables, muy profecionales y que son conocedoras de la atención que el publico, en este caso el pueblo merece. Sus ofertas son variadas, tanto en pastas, jugos y pizzas; la higiene puede calificarse de buena, tanto en sus mostradores y pisos, como en los baños del local.
Los clientes que frecuentan este lugar se van con la satisfacción de haber encontrado un sitio donde se pasa agradable, además de degustar un producto bien elaborado.
Todo lo contrario ocurre en la pizzería del municipio Güira de Melena, en la provincia de Artemisa, cuya unidad gastronómica se encuentra en la calle 86, entre 93 y 95 y su nombre es “Hanabanilla”; sin temor a equivocarme podría afirmar que es uno de los prototipos de lo que sucede en todo el país.
Cuando este lugar fue inagurado en el año 2011, los moradores del municipio vieron un sitio donde poder -al menos- el fin de semana llevar a los pequeños a saborear unas deliciosas pizzas, ya que los que viven en este pueblo carecen de lugares para la diversión en familia y al principiohacían de este centro un atractivo güireño, algo como de ensueños.
Los fines de semana se llenaba el lugar de padres con sus hijos, parejas de enamorados que encontraban en el Hanabanilla el lugar perfecto para compartir y divertirse, en fin, era algo que no se veía desde el año 1991, fecha en que cerraron la otrora pizzería del municipio.
Con el paso del tiempo este sitio fue perdiendo todo el esplendor, ahora solo fse puede encontrar en ella una gran suciedad, productos mal elaborados, pésima atención al cliente, una administración corrupta, incapacidad gubernamental y un descontento popular por esta situación.
Las situaciones van desde encontrar un gato –maullando- encima del mostrador, que al pedir una pizza, ver que esta mal cocida y desabrida. El vestuario de los dependientes es inadecuado y en forma general la poca preocupación por el servicio que se presta al pueblo hace –en estos momentos- de este lugar una verdadera vergüenza municipal.
Es lamentable ver como el gobierno de Güira tiene oído sordos y hace caso omiso de las múltiples quejas, por las molestias que esta esta situación origina dentro de la población,
¿Acaso el Hanabanilla es incapaz de retomar su esplendor? ¿Tendrán los güireños que trasladarse a Bejucal para poder comer una pizza aceptable?
Artemisa, 19 de mayo de 2015.