Por: Arnaldo Ramos Lauzurique
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Transcurridos más de dos años nada se ha hecho como que no sea instalar vallas alrededor del local,para impedir se aprecie la desolación existente en su interior que solo se ha podido mostrar introduciendo una cámara por el pequeño agujero de un cristal quebrado, posiblemente roto por un curioso.
Esta edificación, que se abrió en 1920 con el nombre Mercado de Abasto y Consumo, pero conocido como Mercado Único, fue el principal, mayor y mejor surtido en la capital para la venta minorista de alimentos, aunque por esa época en su interior había también establecimientos gastronómicos, que ofrecían en lo fundamental comida china y bistec de res a un peso el plato completo.
La plaza está ubicada en la manzana correspondiente a Monte, Cristina, Arroyo y Matadero. Supropietario era Alfredo Hornedo Suárez, poderoso empresario dueño también del Teatro Blanquita, hoy Carlos Marx y el hotel del mismo nombre, rebautizado como Sierra Maestra; así como poseíaperiódicos, inmuebles y muchas otras propiedades.
Había otros grandes mercados de este tipo en La Habana, el más antiguo el de la Plaza del Vapor-hoy parque del Curita-el de Carlos III, que después de muchos años cerrado se reabrió como tienda por departamentos y el de Marianao.
Todos ellos fueron eliminados en la década del 60, pero éste –en particular- ha pasado por varios avatares, coincidiendo con los ciclos impuestos por el régimen, ya que después de cerrado en la década del 60, fue reabierto limitadamente a mediados de los 80, en plena época del denominado Periodo Especial para vender carne de caballo, lo cual provocaba enormes colas y vuelto a cerrar muy pronto, al parecer por la reducción del rebaño equino.
Se volvió a reabrir más ampliamente, después de 2003, pero solo en su primera planta al autorizarse,el mercado agropecuario hasta que se volvió a cerrar en 2013.
Por su grado de abandono, a pesar de su solidez, si continúa dejándose deteriorar esta obra va a ser irrecuperable, lo cual no debe sorprender en la atmósfera de abandono que vive el país.
Puede decirse que los mercados de este tipo en Cuba, son un vivo ejemplo del cachumbambé económico que ha vivido el país durante estos 56 años y que en estos momentos muestra que el que tiene más peso –el Estado- tiene subido al pueblo del otro lado y no lo baja.