Por: Dr. Santiago Emilio Márquez Frías
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En estos meses de lluvia el municipio de Manzanillo, provincia Granma, se ha convertido en un pueblo sucio y con un medio ambiente muy contaminado, debido a múltiples salideros en el acueducto y tuberías reventadas vertiendo constantemente agua en las calles que en varios lugares se transforman en zanjas putrefactas.
Hay una gran cantidad de fosas reventadas, cuyo contenido se filtra a estas tuberías rotas, contaminando el agua y poniendo en riesgo las vidas de muchas personas, que por su pésima economía no pueden hervir el agua en hornillas eléctricas, ni comprar carbón vegetal.
Lo más triste es que el gobierno municipal conoce todas estas dificultades, que se han señalado una y otra vez, pero no hay solución y se acrecientan cada vez más.
Hay que decir que también, producto de la falta de orden social, hay personas que rompen las calles para conectar tuberías y las dejan destruidas, creando baches que se llenan de agua fétida.
En la escuela primaria Félix Varela Morales, situada en León y Merchán, existen fosas reventadas que crean un lino verde y resbaloso, que ha provocado muchas caídas de las personas que transitan por el lugar.
Los que laboran como cocheros y mueven pasajeros en transporte de tracción animal,no están debidamente controlados, por lo que genera, que algunos dejen caer las heces fecales y la orina de sus caballos, en las calles por donde circulan.
También hay muchos lugares con escombros sin recoger, escasez de cestos para basura, zonas mal iluminadas por falta de bombillas, dando todo esto un aspecto aterrador y un entorno contaminante a nuestro municipio.
La población manzanillera necesita tanto del Instituto de Recursos Hidráulicos como de los Servicios Comunales respuestas positivas a la situación local ecológica adversa.
Manzanillo, 3 de noviembre de 2015.