Por: Julia Estrella Aramburo Taboas.
La convivencia de estos internos es pésima, no tienen mesas disponibles para comer como seres humanos; la bandeja de comida se la entregan por debajo de la reja, comen sentados en el piso. Del lugar donde hacen sus necesidades fisiológicas, cogen el agua para tomar llenando un cubo, a través de una manguera conectada a la pila de la letrina; ellos a esto le llaman servicio sanitario. Las celdas tienen poca iluminación, las ratas y cucarachas son los vecinos mas cercanos; la fetidez es insoportable; apenas los sacan hacia el soleador, que también es un área cerrada, y cuando los llevan la luz solar escasamente les penetra; sin contar los abusos, golpizas y maltratos que algunos reciben.
En la celda no pueden tener fosforera, para poder fumar tienen que pedirle al reducador que se la alcance. En estos momentos esa área se encuentra en cuarentena por el cólera.
La Habana, 7 de diciembre de 2013.