Alicia Mora Agüero reside en Nazareno No.111 entre Coco y Luz, Guanabacoa, Ciudad Habana y me comunica un suceso que está ocurriendo n una Bodega situada en la misma dirección:
“Cuando la dejaron destruir por no prestar interés por parte del Gobierno Municipal y la Empresa de Comercio y Gastronomía, se derrumbó totalmente. Trajo como consecuencias la afectación de las tuberías de agua que suministran las viviendas de los alrededores, sin pasar por alto que afectó las paredes de estas viviendas. Ahora muchas personas aprovechan este derrumbe para llevarse las lozas y los ladrillos”.
Sobre esto me comenta Ernesto: “Figúrate no tengo más alternativa, tengo que reparar mi casa y esta es la única forma de resolver un poco de materiales de construcción”.
Alicia retoma la conversación y plantea: “Yo comprendo la situación que existe con los materiales, pero estas personas no calculan que esto debilita más las estructuras y por tanto afecta nuestras viviendas. También quisiera decir que ahora nos trasladaron para una Bodega que está a más de 6 cuadras y a mi edad tengo que hacer tremendo esfuerzo para comprar los mandados del mes y otra cosa que pueda llegar a la Bodega”.
“Yo soy revolucionaria, pero la verdad que hay cosas que no entiendo y han tratado de explicarme, pero sigo sin comprender, ya no sé que pensar.”
Ciudad de La Habana, 16 de abril de 2010.
Sucesos narrados por el comunicador comunitario Rafael Egües Velázquez