La señora Regla Miret Rodríguez, vecina de la localidad del Diezmero, en el municipio de San Miguel de Padrón, nos narra:
“Me remitieron para el hospital Miguel Enríquez en la noche del 3 de abril y estuvimos allí hasta la madrugada, me diagnosticaron la gripe A(H1N1), pero horas más tarde me enviaron para la casa con el tratamiento para que mi esposo y yo nos los aplicáramos porque él también está contagiado.
Nos informaron que ya no quedaban camas disponibles en las salas destinadas para estos casos, esto es muy peligroso pues la enfermedad es altamente contagiosa, nadie está a salvo en el barrio ya que el aire la traslada. La tos me provoca fuertes dolores en el pecho y tenemos fiebre muy alta, no puedo pedirle a mi familia que venga a ayudarme por temor a contagiarlos, estamos de cuidado y tenemos que prepararnos los alimentos y el baño, es insoportable la situación pues con las nauseas y vómitos no tenemos fuerzas para nada.
Estos han sido los peores 15 días de mi vida, he padecido dolores peores que los de parto. Cuando deberíamos estar en un hospital con todas las atenciones, estuvimos aquí tirados a nuestra suerte, si no morimos no fue gracias a la medicina cubana, yo no se dónde está la potencia médica”.
Ciudad de La Habana, 26 de abril de 2010.
Sucesos narrados por el comunicador comunitario Eriberto Liranza Romero