La ciudadana Regla Suárez Valdés, vecina de la calle 5ta. entre Pasaje A y B, Reparto Ampliación de Luyanó Moderno, me hace el siguiente comentario:
“Tengo 69 años y te voy a contar mi triste realidad. En el 2002, vinieron a mi morada dos inspectores de vivienda en la mejor disposición de ayudarme y observar en que estado estaba mi casa, y yo como buena cubana dejé que hicieran su trabajo”.
“Después de mirar toda la vivienda me dieron un documento el cual tengo en mi poder que explica claramente que la casa necesita una reparación. A los pocos días enviaron una brigada de obreros que empezó a demoler paredes y fragmentos del techo. A las pocas paredes que dejaron en pie le retiraron el repello y el fino. La sala la calzaron con maderos -que ya están podridos- para después repararla, pero el día de la reparación nunca llegó y ahora la situación de mi casa me tiene enferma de los nervios, porque hace 8 años que está llena de huecos y cada vez que llueve tengo que irme para donde viven mis vecinos a buscar refugio, porque en mi hogar llueve más adentro que afuera”.
“Hace unos meses atrás me gané por el Comité (Comité de Defensa de la Revolución), un televisor marca ATEC Panda, el cual me duró poco, porque se desprendió un pedazo de techo y para que mi desgracia fuera completa, me lo escachó”.
“Actualmente tengo una constante bronconeumonía, producto de la humedad permanente que tienen las paredes. Me siento insegura en mi propio hogar, porque no tengo seguridad ninguna. De haber sabido que el gobierno me iba a dar la espalda y esos inspectores empeorarían mi situación, los hubiera mandado para el ……”
Ciudad de La Habana, 12 de abril de 2010.