Por: Déxter Pérez Rodríguez
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El hospital pediátrico provincial de Holguín, Octavio de la Concepción y la Pedraja que se encuentra ubicado en la Avenida de los Libertadores en el Reparto Peralta, está teniendo problemas con su vía principal de acceso. Esta calle es ocupada los sábados y domingos por carpas y restaurantes improvisados, por motivo de las noches holguineras.
En estos establecimientos improvisados se expenden comidas criollas, confituras y bebidas alcohólicas a precios muy elevados; aunque no tan altos como la atronadora música que allí se escucha desde las 5:00 pm hasta la 1:00 am, que imposibilita que los vecinos del lugar como los infantes ingresados puedan conciliar el sueño.
Estas fiestas realmente se convierten en una pesadilla, para los locales y para los niños enfermos, que más allá del medicamento y la atención médica, necesitan del descanso y la tranquilidad que forma parte de su recuperación.
La realización de estas actividades genera otras situaciones más desagradables con la que tienen que lidiar los pacientes y familiares como la conducta emanada del estado de embriaguez de sus participantes, y algo aún más serio es que las ambulancias y otros medios de transporte, que trasladan pacientes graves hacia el cuerpo de guardia de la institución médica, tienen que hacerlo por calles aledañas de difícil acceso -por el mal estado en que se encuentran- porque el tráfico ha sido desviado para no entorpecer el desarrollo de la actividad bailable.
Los vecinos del lugar han formulado sus quejas a las autoridades del Gobierno y el Partido en la provincia, abogando porque estas fiestas se trasladen a otro sitio por las molestias que ocasionan a la comunidad y principalmente, a los servicios médicos del hospital pediátrico, ya que el área que ocupa, es parte de la principal vía de acceso de Holguín como otros municipios y de provincias, como la de Santiago de Cuba y Guantánamo.
No se le ha dado respuesta a la petición comunitaria y resulta irónico que estas son las únicas instancias a las que pueden dirigir sus quejas, ya que el Gobierno financia esta actividad y el
Partido la supervisa.
Una muestra de ello es que el primer secretario del Partido en la provincia Luis Antonio Torres Iribar, ha creado una comisión que él preside y se le puede ver todos los sábados y domingos durante el desarrollo de las noches holguineras, controlando el desarrollo de las fiestas que al parecer, son más importante que el buen funcionamiento de los servicios médicos del hospital pediátrico y el bienestar de sus pacientes.
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Para este dirigente se ha hecho común priorizar las actividades festivas por encima de la salud de la población; en el trimestre de junio a agosto del año 2015, el municipio de Holguín atravesó por la situación epidemiológica de dengue y cólera más difícil de su historia, que le arrebató la vida a varias personas, incluyendo niños. Los hospitales existentes no fueron suficientes y se tuvo que improvisar con hospitales de campañas, para poder brindar atención médica a los enfermos; y bajo estas circunstancias, se siguieron realizando los festejos de las noches holguinera.
Como si esto no fuera suficiente, Torres Iribar pretendía realizar los carnavales del municipio cabecera previstos del 20 al 23 de agosto pasado. Prueba de ello fue el artículo que se publicó en el periódico provincial, “Ahora” el sábado 4 de julio de 2015, donde de forma irresponsable expresó que los carnavales se iban a realizar, porque el dengue no tenía nada que ver con el carnaval.
Los que reclaman a estas instancias, pierden su tiempo, porque quienes dirigen allí se muestran más fiesteros que responsables.
Holguín, 23 de enero de 2016.