miércoles, 28 de noviembre de 2012

Tarea de la Fundación de Madres, Familia y Futuro y del Movimiento Juvenil del Barrio


Recuperación de los valores éticos

(2da. Parte)
La tarea más importante que tienen por delante los miembros de la Fundación Madres, Familia y Futuro y del Movimiento Juvenil del Barrio, es trabajar en la recuperación de los valores éticos en las diferentes comunidades del país donde se encuentren asentadas las dos organizaciones. Cuando se restablezca la democracia, esta va a ser una de las labores más significativas desde el punto de vista social, por eso iniciarla en estos momentos ayudará sensiblemente al porvenir.
Aunque se sabe que las costumbres y las modas cambian, en la misma medida en que pasan las generaciones, siempre en cada grupo de edades han existido límites que no se traspasan, pero en estos momentos hay exageraciones que están por encima de los extremos.
Hay que tener en consideración que la juventud evoluciona en su forma de pensar y de ver lo que es moral o no, pero hay momentos circunstanciales en los que –a pesar de los tiempos- no se deben cambiar las prácticas. Por ejemplo ir vestido inapropiadamente a lugares que siempre han sido respetados, como una funeraria, el cementerio; que se pueden ver personas en short, en chancletas de goma, algunas mujeres con la barriga afuera, los hombres no se quitan las gorras o sombreros, destapándose la cabeza en señal de homenaje.
Esto también está ocurriendo en las Iglesias, en particular en la católica, donde la juventud lee los pasajes bíblicos con apenas ropa y los sacerdotes de las diferentes parroquias admiten esto, con muy contadas excepciones.
Los uniformes de todo tipo se usan de forma incorrecta, los estudiantes en particular fueron objeto de una ofensiva por parte del régimen a inicios del curso escolar, pero con aspavientos, ya que se exigió –con un giro de 360 grados- que las niñas se pusieran medias hasta las rodillas, que están fuera de las posibilidades de adquisición de muchos padres, debido a su alto precio en cuc (moneda convertible).
También los empleados de tiendas, gastronómicos, choferes de alquiler, e incluso policías y militares hacen uso inadecuado de sus uniformes. Da pena ver a una mujer policía, poniendo una multa de tránsito u otras funciones, con la saya en la punta de los glúteos. Esto es algo que se repite en cualquiera especialidad militar, incluyendo el uso de medias largas negras, que nada tienen que ver con el uniforme y adornos de diferentes colores en el pelo.
Será quizás por eso que los miembros del Ministerio del Interior que tiene a su cargo el orden público, no se proyectan cuando ven a los hombres sin camisa en la calle, o incluso en camiseta, de esta misma forma manejan autos, camiones, etc.
Si de forma de vestir se trata, los jóvenes –y algunos no tan jóvenes- que piensan que se adecúan a la moda, exageran en las calles, las mujeres utilizando como cintura la ingle, con tatuajes desmedidos en el final de la espalda; los varones ensañando los calzoncillos y también el inicio de la separación de las nalgas.  Muchos hombres y mujeres, producto de las necesidades económica, están en las calles en chancletas de goma, apropiadas para la playa o la casa, y es que hay que considerar que no tienen otro tipo de zapato.
A los niños de ambos sexos, se les viste con ropas propias de personas mayores, llevando a cero su etapa infantil. Las puérperas se sacan el seno –en cualquier lugar público para dar la leche a los bebés, sin ponerse un pañal que lo haga menos impúdico.
Habría que destacar que quienes tienen que ser ejemplo con los niños, adolescentes y jóvenes, que son los maestros y profesores, no guardan una correcta utilización del vestuario e incluso algunos comparten los usos que anteriormente se explicaron. Claro el salario que devengan tampoco les permite estar a la altura que indican sus relaciones sociales.
En fin, que en la degeneración del uso de la ropa y los zapatos, además de las malas costumbres, ha influenciado el hecho de que es caro vestirse correctamente y no es accesible a la adquisición de todas las personas.
Por otra parte, se han perdido las actitudes que demostraban educación social, como: llegar a los lugares y decir buen día, tarde o noche; dar las gracias; pedir permiso para pasar; dar respuesta a los saludos; no obstruir el paso en las aceras o simplemente anunciar las visitas previamente.
Se puede constatar falta de humanidad, al no auxiliar a las personas mayores en la calle, a los discapacitados, a las mujeres gestantes. A estos grupos de individuos no se les concede el asiento en los ómnibus por parte de los hombres y los jóvenes e incluso por miembros de la autoridad como policías y militares.
Está perdida la costumbre que la familia se siente a la mesa junta a comer.  Entre los malos hábitos adquiridos está el comer con el plato en la mano frente al televisor y con cuchara, por la falta de cubiertos en las casas. En algunos lugares ni siquiera se come en plato de cristal, en vez de ellos en pozuelos plásticos que son más baratos. Ni pensar en el uso de servilletas, tampoco se usan manteles o doilys, que solo se adquieren en cuc.  Todo esto influye para que las personas no se laven las manos antes de comer o ingerir cualquier alimento y sobre el hábito de cepillarse los dientes, por la carencia de cepillos y pasta dental (aunque se puede adquirir  a 8 pesos cup).
Sin embargo hay spots televisivos que instan a lavarse las manos para evitar enfermedades, secárselas con papel (algo que un número ínfimo de personas tiene en la casa) y lavarse los dientes tres veces al día.
En diferentes lugares de las ciudades, en particular en la capital, se puede apreciar a personas comiendo en la calle, sentadas en las puertas de las casas, que dan directamente a las aceras, e incluso dándole la comida a los niños colocados en sillas y bancos en la propia orilla de la vía.
Producto de la deformación de la familia, los niños intervienen en las conversaciones de las personas mayores, sin ser requeridos por sus padres; no se acuestan a dormir a la hora correcta para sus respectivas edades. Algunos niños y adolescentes fuman delante de sus progenitores; ven programas de televisión no apropiados, como novelas, películas con escenas de sexo; los adolescentes ingieren bebidas alcohólicas en centros nocturnos, sin exigirles el carné de identidad, en particular las jóvenes que se prostituyen con turistas.
Debido a la situación de los horarios de trabajo de los padres y el problema del transporte, que agudiza las dificultades para el retorno al hogar, a los niños se les da la llave de la casa, para que entren cuando terminen la jornada escolar, lo que implica que en muchos casos hacen lo que estimen conveniente.
Se ha perdido el respeto a la jerarquía, por ejemplo: en las escuelas los estudiantes no se ponen de pie cuando el maestro o el director/a del colegio entra en el aula; en los hospitales las enfermeras continúan hablando o haciendo cualquier cosa, cuando un médico aparece en el cubículo, lo tratan de tú a tú como un igual. En las becas los alumnos y profesores ingieren juntos bebidas alcohólicas usan frecuentemente otras formas de dirigirse a las personas como: mi amor, mi cielo, mamita, mi chula, etc. Todo esto ha devenido en un cambio de la palabra “compañero/a” que ha pasado literalmente al olvido, pero decir señor o señora se considera de corte burgués.
Entre las parejas ya no existe la costumbre que el hombre camine por la parte de afuera de la calle; que le separe la silla de la mesa a la dama, al sentarse en cualquier lugar público. Algo que resulta muy desagradable es ver a las parejas que en vez de ir de la mano por la calle, lo hacen agarrados de las nalgas, tanto el hombre toma así a la mujer, como ella le mete la mano en el bolsillo trasero del pantalón y de esta forma caminan.
En el muro del Malecón, un lugar al que acostumbraba ir la familia a sentarse y tomar el fresco, en estos momentos es muy común ver parejas teniendo relaciones sexuales de diversos tipos. Se perdieron las posadas, que en la mayoría han sido utilizadas para albergues de personas que se han quedado sin viviendas por diferentes motivos, los particulares alquilan cuartos por 3 horas a 5 cuc (120 cup).
No hay regulaciones estatales –generalizadas- para los fumadores, donde quiera se fuma, haciéndolo sobre las personas que se convierten en fumadores pasivos. También se observa que este hábito se toma desde edades muy tempranas.
En la mayoría de las ciudades del país, las calles se mantiene sucias, la basura se arroja a cualquier hora  y no se recoge con la frecuencia adecuada. Los bultos de desechos se acumulan en las aceras y no permiten transitar a las personas. Producto de que los balcones se caen, la gente tiene miedo y camina por el medio de la vía.  Cuando se producen derrumbes, no se recogen los escombros y las vigas, de esta forma se obstaculiza el tránsito. En la mayoría de los municipios pavimentados del país, las aceras están más destruidas que las calles y los transeúntes prefieren caminar por el medio de las avenidas, obstaculizando el tránsito de los vehículos y poniendo en peligro sus vidas.
De forma general los servicios sanitarios públicos, que son muy escasos, se encuentran muy sucios, cosa que antes no se permitía ningún dueño de establecimiento. Incluso en las escuelas los baños son lugares que deberían estar cerrados, pues los niños pueden contraer allí enfermedades. En ocasiones se les exige a los propios educandos limpiarlos y también a los padres, ya que se ha perdido el empleado que se conocía como conserje que se encargaba de estos menesteres en los colegios.
En las alcantarillas en las calles, hay baños puestos como públicos, en ocasiones festivas, como en los carnavales, haciendo que esos lugares se conviertan en focos de enfermedades.
Aunque el propio régimen se manifiesta -en numerosos artículos en la prensa plana- en contra de la música alta, el televisor puesto con un volumen inadecuado; no hay un pronunciamiento a nivel de cuadra sobre estos estruendos que molestan a los vecinos hasta altas horas de la noche. Paralelo a ello habría que destacar, que las letras de las canciones son vulgares y que en ocasiones llegan hasta ser obscenas y son cantadas hasta por los niños, sin que los padres consideren que esto va en contra de la educación formal. Desde ese punto de vista, los pequeños queman etapas y no conocen las tonadas infantiles.
En las calles los autos y bicitaxis llevan puesta música bien alta, utilizando bocinas que estremecen a las personas a su alrededor.
En diferentes repartos de la capital, incluyendo aquellos que son transitados por turistas, en los balcones que dan para la calle, se tienden ropas, al igual que en las ventanas.
En los edificios de apartamentos se terminó con la vida privada, ya que de forma general las familias hablan en voz alta y se hace público todo lo que concierne a la intimidad del hogar. Los jóvenes incluso en la calle, profieren palabras obscenas, en particular habría que destacar que las niñas y adolescentes también las dicen, e incluso se hacen señas que atentan contra cualquier idea de lo que es el pudor en personas de estas edades. En ningún caso los Comités de Defensa de la Revolución mantienen una actitud de terminar con estos malos hábitos, sin embargo se entrometen en la vida de todo el mundo, y sobre todo vigilan lo que se transporta en paquetes y lo que entra y sale de la casa, convirtiendo en pública la relación de la familia.
Hay perros y gatos caminando por las cafeterías estatales, donde las personas ingieren alimentos, incluyendo las que son en moneda convertible. También no se observan reglas de limpieza –tanto en las cafeterías estatales como en las particulares- y el que expende dulces y panes con cualquier cosa dentro, los coge con la mano y así mismo es el que cobra el dinero y vuelve a despachar sin lavarse las manos.
Los turnos médicos no se respetan. Los facultativos faltan al turno por cualquier motivo, que incluye el día del cumpleaños. Quizás el paciente tuvo que esperar hasta dos meses para la consulta especializada. También estando las personas en la espera, pasan otros pacientes, con amistades de los galenos y a través de pagar algunos cuc para viabilizar el tiempo de espera de la consulta.
Desde pequeños los niños están vinculados a la mentira, porque lo que se habla dentro de la casa no se puede decir. A nadie se puede contar de dónde salieron los zapatos para el colegio, la mochila y las cosas que se comen diariamente de merienda, mucho menos si están mejor confeccionadas que la media de los educandos. En los hogares los hijos no pueden ser como sus padres, porque se les enseña en las escuelas: ”Seremos como el Che”.
Existen numerosas lagunas de conocimientos de la historia que no permiten un correcto análisis de la situación del país. Los niños conocen a Martí como el autor intelectual del Moncada, sin embargo para ellos este nombre es un cuartel y Guillermón Moncada, general de tres guerras de independencia no significa nada. Igualmente existen desconocimientos de ortografía, lenguaje, gramática, la prosodia de forma general es mala y en particular en los residentes del este del país. Es difícil encontrar personas que sepan buscar una palabra en el diccionario, ya que por muchos años no se imprimieron y no formaron parte de los programas de educación.
Se desconoce el uso de la bandera y los símbolos patrios, en las escuelas, centros de trabajo e incluso en unidades militares, no se le da el tratamiento que está establecido en la Ley. De forma general no se recuerda que Narciso López fue quien diseñó la bandera cubana y el Himno Nacional lo escribió Perucho Figueredo.
Producto de la situación económica se perdió la costumbre de hacer regalos en las bodas, cumpleaños, bautizos, aniversarios, días de las madres, los padres, los abuelos, etc.
A nivel social se ha descuidado hacer conciencia de lo que significan las plagas y enfermedades. El incremento de edificaciones derruidas y apuntaladas ha propiciado que crezcan las cantidades de roedores e insectos, algunos de ellos transmisores de enfermedades como la leptospirosis, la rabia, y el dengue, que se ha hecho endémico en el país. Después de más de un siglo ha resurgido en Cuba el cólera.
Estas son algunas de las ideas de problemas nacionales vinculados con la ética de las nuevas generaciones de cubanos.


La Habana, 27 de noviembre de 2012.