Por: Ivis Rodríguez González.
Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
Maritza Concepción Sarmiento, de Cruz Verde no. 1 entre Máximo Gómez y Corral Falso, en el municipio de Guanabacoa, La Habana, lleva 7 años tratando de que distintas especialidades de la salud le ofrezcan un diagnóstico y un tratamiento para su enfermedad.
Ella sufre de inflamación y dolor en el vientre, y también se le inflaman las manos, la cara y los pies. Además presenta mucho decaimiento.
Después de todo ese tiempo recurriendo a consultas médicas en su localidad se dirigió por sus medios al Hospital Hermanos Ameijeiras y al cabo de 7 meses de habérsele indicado una laparoscopía los resultados fueron negativos y la remitieron a la posta médica de Guanabacoa. Ubicada en San Antonio y Padilla, el médico Sergio García Ramos, el 7 de noviembre de 2012, le dijo que no le correspondía realizar los análisis recomendados y se quejó de los otros médicos que se la enviaron.
Maritza se pregunta: ¿Dónde está la potencia médica de un país que en 7 años de enfermedad no me ha dado explicación ni un tratamiento para mi dolencia? ¿A dónde tengo que dirigirme para saberlo?
Su salud empeora cada día y no sabe qué hacer.
La Habana, 22 de noviembre de 2012.