miércoles, 28 de noviembre de 2012

REDES SOCIALES FACTOR DE COHESIÓN COMUNITARIA


Por Lucas Garve
Red Cubana de Comunicadores  Comunitarios


Las redes sociales surgieron hace mucho. Desde que aparecieron los primeros gremios de artesanos, profesionales, etc., hasta hoy, su desarrollo corrió al par que el progreso tecnológico y contribuyó al avance del ser humano como “ser social”.
Las redes sociales son “conjuntos complejos de relaciones entre miembros de un sistema social”. Es imprescindible comprender que mujeres y hombres necesitan ante todo relacionarse para existir como seres en sociedad y para ello es absolutamente preciso comunicarse.
En la Cuba del siglo XIX ya se habían ido creando instituciones independientes del Estado que fueron conformando el entramado de la sociedad civil: entonces en Cuba había gremios de azucareros, cafetaleros, tabacaleros, obreros portuarios.
Además, hallaron su medio de expresión en las publicaciones periódicas, en los diarios, boletines y revistas de la época. Con el nacimiento de Cuba como una República independiente estas redes  propiciaron el incremento del tejido social que conformó la sociedad civil cubana.
Entonces, aparecieron Academias, Clubes, Asociaciones y Sociedades que agruparon a mujeres y hombres que encontraron en ellas un espacio de sociabilización; es decir, de encuentro y reunión, así se crearon los medios para expresar sus ideas e inquietudes individuales y sociales.
Gracias a estas formaciones  mujeres y hombres tuvieron la oportunidad de proyectarse en una comunidad de iguales y en un espacio determinado. Había un movimiento de pensamiento producto de una sociedad activa y participativa.
Con la llegada de la “Revolución” comenzó el desmantelamiento de la sociedad civil: la prohibición de otros partidos políticos, que no fuera el Comunista, y de cualquier tipo de asociación. Desaparecieron los espacios físicos, pero sobre todo los jurídicos donde la sociedad civil ejercía sus derechos  y participaba libremente.
Con el afán de sustituir las destruidas redes sociales independientes del Estado, el nuevo régimen, instaurado en 1959, constituyó una serie de llamadas “organizaciones de masas” que encerraron ideológicamente a los ciudadanos en sectores dominados por la política estatal, tales como:  CDR, Comités de Defensa de la Revolución; UJC, Unión de Jóvenes Comunista de Cuba; PCC, Partido Comunista de Cuba (concebido como organización de masas); CTC, Central de Trabajadores de Cuba; OPJM, Organización de Pioneros (infantil); FMC, Federación de Mujeres Cubanas;  y la UNEAC, Unión de Escritores de Cuba; entre otras.
No fue hasta finales de los años 80 y principios de los 90 cuando se dieron las condiciones internas y externas para el resurgimiento de movimientos independientes, que luchan por restablecer en Cuba una real sociedad civil.  
Así comienzan a abrirse paso en Cuba los periodistas independientes, los economistas, organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y otras.
Llegados a este punto, es justo valorar el surgimiento de una oposición organizada en cantidad de grupos, movimientos y partidos, los que -aún en formación- han conseguido trasladar a miles de cubanos incorporados a ellos -en estos casi treinta años- un pensamiento independiente y vencer el monopolio de la noticia que el régimen comunista ha mantenido por tanto tiempo en detrimento de la libertad de información y de expresión.
Con el acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) se podrían conseguir grandes y rápidos cambios en la sociedad cubana y es por eso que el Gobierno niega a los cubanos ese derecho.
Las posibilidades de utilizar las TICs en Cuba todavía son reducidas, pero poco a poco, mediante el uso de la telefonía móvil por grupos disidentes, periodistas independientes y blogueros se ha establecido una red de comunicación inmediata, por donde vehiculan mensajes que informan y permiten trasladar a usuarios de otras redes, el incremento de la represión, los atentados a la libertad de expresión y las agresiones que sufre el pueblo y los propios opositores.
Un ejemplo patente ha sido la creación de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, que agrupa a varias decenas de comunicadores en toda la isla. Ellos al incidir en la realidad social y trasladar sus mensajes al mundo a través de sus conexiones con otras redes, han contribuido a darle visibilidad a una realidad que el Gobierno oculta. Por eso el futuro incremento de las redes sociales en Cuba depende de nosotros mismos.