Hay un tipo de disidencia cubana que molesta en demasía al régimen: la oposición que sale a las calles; la que se relaciona con la población y se hace eco de sus penurias; la que denuncia los atropellos a que se ve sometida. Sus miembros son constantemente vigilados, golpeados, injuriados y encarcelados.
Una nueva táctica consiste en tratar de limitar su acción manteniéndolos retenidos en sus hogares; desacreditando a sus principales figuras; desangrando a su membrecía y abriendo esperanzas de una rápida salida del país a muchos de sus acosados activistas; mientras se propicia que se destaquen figuras y movimientos que podrían garantizar la continuidad del Estado en el futuro.
Entre las principales molestias para el régimen están los movimientos de la región central del país, en particular la Coalición Central Opositora, que es objeto de acoso permanente y una campaña declarada para estimular y facilitar la salida del país de sus dirigentes más encumbrados y así desmembrarla.
Las organizaciones más representativas de la oposición en esa región se han manifestado en dos comunicados en los últimos días contra esos intentos y en respaldo a Damaris Moya Portieles, figura principal en la actualidad de la Coalición Central Opositora.
Apoyamos resueltamente a los movimientos legítimos de la oposición en el país y en particular repudiamos el intento de debilitarla en uno de sus bastiones, en el centro de la nación.
La Habana 28 de noviembre de 2012.