Por: Ivis María Rodríguez González.
Fundación Madres, Familia y Futuro, un proyecto de la
Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
En la funeraria Franca, situada en Bertematis entre Máximo Gómez y Maceo, Guanabacoa, La Habana, los fallecidos carecían de ofrendas florales el 25 de noviembre, próximo pasado.
El tío de Ernesto Alejandro González Sánchez, fue uno de los tres fallecidos que fueron velados en esa funeraria para su entierro ese día. Cuando fue a adquirir una corona en la florería contigua le informaron que tendría que comprarla en una situada a varias cuadras, en Martí entre Quintín Bandera y Lamas y allí solo había unas pocas flores amarillas semi- marchitas para hacer unos abanicos de 20 pesos, de los cuales solo pudo adquirir cinco. Al final tubo que recurrir a un florero particular para ponerle a su tío un ramo de flores decoroso.
Ernesto enterró a su tío sin una corona, como el deseaba y a uno de los cadáveres no le pudieron poner ni una flor.
Él se puso en contacto con la Fundación Madres, Familia y Futuro y declaró: “En la florería me informaron que suministraban muy pocas flores, solo para 4 ó 5 coronas diarias”. De lo anterior se desprende que en el municipio de Guanabacoa, en la capital del país también están racionados los fallecimientos.
La Habana, 26 de noviembre de 2012.
El sacófago y el carro fúnebre sin flores
Una mirada al baño de la funeraria