Los secuaces del régimen, sin documentos que los identificaran, no pedían permiso en las casas mientras penetraban por patios y azoteas arrancando cables -que en muchos casos eran del tendido eléctrico y telefónico- el descontento popular motivó protestas contra esta forma de represión, una vecina del lugar al ver que habían invadido su patio, le dijo a los intrusos: “Ustedes se salvan porque vivo sola y no tengo perros”, pero no dejó de proferirles insultos y gritos, a estos enemigos de la libertad de expresión, solo en la calle Matanza, entre Joaquín Delgado y Norte, incautaron cerca de 200 metros de cables.
Extraña el hecho de que un día después del estreno en Miami de un documental en honor al preso político y de conciencia Dr. Oscar Elías Biscet González, el régimen vuelva a la carga contra los deseos de los cubanos de información verdadera, y no de una señal oficialista y parcializada, como la que emite la televisión cubana.
Todo un enjambre de cableado se enreda por la Ciudad de La Habana llevando a las casas la señal de DirecTV, los cubanos esperan con ansias una gran variedad de programas que van desde las populares telenovelas, hasta cine para adultos a altas horas de la madrugada.
Los noticieros del (ICRT) Instituto Cubano de Radio y Televisión, que no son más que libelos del Partido Comunista, han sido desde hace años desplazados por los de los canales 23, 51, y 41.
“Siempre buscaremos la forma de burlar el cerco del silencio y empataremos los cables, solo queremos ver programas de nuestra elección, estamos cansados de que todo los programas sean politizados, ni los “muñequitos” (dibujos animados) se pueden ver, no hacemos daño a nadie con esto; si a Raúl Castro le molesta, que comience a decir la verdad de lo que está pasando en Cuba y no diga más mentiras a los cubanos o deje a DirecTV crear una empresa en Cuba y nosotros le pagamos a ellos la señal”, dijo un vecino del lugar con evidente disgusto.
Ciudad de La Habana, 24 de mayo de 2010.
Una información de Eriberto Liranza Llorente