La ciudadana Bárbara Almarales de la Torre, vecina de calle F entre 1ra. y 2da., Reparto Monterrey, municipio San Miguel del Padrón, Ciudad Habana, me comunica lo siguiente:
“El 25 de diciembre, se encontraba en la esquina de mi casa Juan Contino, uno de los dirigentes del gobierno. Hablé con él personalmente, para que me ayudara con la situación de mi vivienda, que está casi en derrumbe. Quedó en darle solución a mi problema. Poco tiempo después me autorizaron a comprar los materiales que asignaron para la reparación y su presupuesto fue de 7398 pesos en moneda nacional (unos 296 cuc, peso cubano convertible) incluyendo una brigada de trabajadores.”
“Pero lo barato sale caro, me dejaron el lavamanos suelto y con filtración; al igual que la taza del baño; no tengo ducha; las ventanas que me pusieron están todas “viroteadas”; los toma corriente los dejaron con los cables hacia fuera, habiendo un niño de tres años en la casa; el lavadero está tupido y la pared del patio está podrida; la casa entera está deteriorada y cuarteada.”
“Entre los materiales que me dieron y yo pagué, tenían que entregarme tres puertas que nunca llegaron; eran 15 ventanas dobles y me dieron 7 sencillas, pero eso no es todo, me echaron una pulgada de hormigón en la placa y me dejaron la misma con huecos y el material no tenía el cemento suficiente y se levantó.”
“Por todo esto que me pasó, siendo yo revolucionaria, puedo decir que aquí en este país si no tienes un dirigente amigo estás embarcado y los cubanos en este país vivimos pisoteados, pisoteados…”
Ciudad de La Habana, 20 de mayo de 2010.
podrá verse un video de esta señora haciendo toda la historia.
Sucesos narrados por el comunicador comunitario Yazmani Nicles Abad