Dania Cobua Alfonso de Rabí 308 entre Enamorados y San Leonardo, me relata lo siguiente:
“El 20 de enero e 2010 sufrí una experiencia más de los abusos a mi familia. He tenido una amarga experiencia justamente con mi hijo que es impedido físico y asmático de tercer grado.”
“Yo estaba recién operada de apéndice, soy trabajadora por cuenta propia, florera, y el único sostén en mi casa. Tengo 5to grado de escolaridad, por mi religión, creo en Jehová y en ser neutral.”
“Mi hijo salió con mis papeles a vender flores y a dos cuadras y media se encontró con un funcionario, son inspectores que piden dinero al trabajador honrado y cuando no se cumple su voluntad avasallan a las personas, como se lo hicieron a mi hijo frente a la dulcería “La Gran Vía”.
“Los vecinos le gritaban abusador es un impedido físico. Esto llegó hasta que me llevaron detenida también a mí y a mi esposo. El niño fue al médico y tenía lesiones.”
“Soltaron a mi esposo y yo pedía los medicamentos de la presión y de los nervios, pero no me los hicieron llegar. A las 6 de la tarde, cuando me soltaron, mi familia pensaba que yo estaba declarando, conjuntamente con los inspectores y resulta a ser que ellos no se encontraban por todo eso.”
“El papá de mi hijo le compró un pan y un refresco y no se lo dieron al niño, la corrupción es mucha en esta Unidad de la Policía de 10 de Octubre (Aguilera)”.
“Tengo que aclarar que mi esposo no puede trabajar, ya que le piden documentos que no puede dar, del CDR (Comité de Defensa de la Revolución) o Minint (Ministerio del Interior) o FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias). Debido a la religión que profesamos no tiene ningún vínculo de esto”.
Ciudad de La Habana, 20 de mayo de 2010.
Sucesos narrados por la comunicadora comunitaria Lázara Mitjans Cruz