Yuneisi y Yasmani
Vista parcial del público
Garaje de Línea y Malecón (3 cuadras después)
El edificio frente al “Protestodromo”
Otra vista del público
Presentes los seguidores de Mariela Castro
Represión policial
El punto de llegada calle N y Calzada
Policías con perros sin bozal
Garaje El Tángana
Azotea del Garaje
Cuando llegué al “Protestódromo” (Tribuna Antiimperialista) eran las 4 y 50 de la tarde, por lo que tuve que asentarme en la gasolinera de Línea y Malecón, donde conocí a Yuneisi Salgado y Yasmani Barrios ambos de 19 años de edad, estudiantes de Técnico Medio en Gastronomía, residentes en Cinco Palmas, la Lisa, barrio periférico de la capital.
Yuneisi y Yasmani me comentaban que ellos estaban situados en la parte delantera, a unos metros de donde se estaba desarrollando el espectáculo, pero tuvieron que moverse hacia atrás debido a que surgieron varias peleas, a pesar del despliegue policial que hay. “A una muchacha le cortaron con una navaja la camiseta -dice Yuneisi- además no han creado condiciones para realizar el concierto, no hay baños, no han puesto una pantalla para que puedan ver los que están alejados del escenario, no han vendido nada de comida, ni líquidos y para colmo cerraron las tiendas de las gasolineras que hay cerca”. “Mira como están los trabajadores de estos lugares sentados sin vender la mercancía que tienen, así ¿qué servicio o qué recaudación puede haber? También sucedió con el concierto de Kool and the Gang, y el audio ni hablar, pero cuando hay una marcha o algo por el estilo sobran las bocinas por toda la calle, aquí se pudo haber hecho también, para que se pueda oír la música”.
“Fíjate supimos que empezó el concierto por la gritería de la gente que está delante, esto sucede cuando las cosas son gratis, no se les pone el mismo interés y responsabilidad, esto parece el circo romano, con gladiadores incluidos, entonces para qué dicen que el grupo tiene no sé cuantos Grammy, que tiene tanta fama, si no los tratas y consideras como tal. Por eso es que cada día vamos más para atrás, nadie quiere trabajar no hay estímulo. Bueno nosotros nos vamos ya, que esto no sirve para nada, teníamos que haberles hecho caso a nuestros padres que nos aconsejaron que esperáramos a que pusieran el concierto por la televisión, ahora a fajarse con un P (ruta de ómnibus) para la Lisa”.
Ciudad de La Habana, 25 de marzo de 2010.
Suceso narrado por el comunicador comunitario Lázaro Yuri Valle Roca