jueves, 25 de marzo de 2010

no tenemos nada y también nos quitan las palabras

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Banco Metropolitano de 23 y 8 Vedado  

Este viernes 12 de marzo de 2010 se dirigió al banco de 23 y 8 la señora llamada Damaris Del Pino Bueno de 40 años de edad, vecina de la calle 15 entre B y C Vedado Ciudad de La Habana, Municipio Plaza de la Revolución, con el objetivo de realizar una operación en su cuenta de ahorro.


Cuando Damaris llegó al banco había unas  20 personas, que en su mayoría, tenían el fin de cobrar sus chequeras de jubilados. Omayda González vecina de calle 13 entre 10 y 8, de 60 años de edad, planteó que iba un momento hasta la tienda TRD (Tiendas Recaudadoras de Divisas) La Infancia, ubicada en 23 y 6, para ver si habían surtido con nuevos productos.


No pasaron 10 minutos, cuando Omayda regresó corriendo, y después de ponerse de acuerdo con Damaris, pidieron de favor adelantar en la cola a lo que yo accedí. Todo estuvo bien hasta que dijeron las razones por las que estaban tan apuradas: “sacaron en la tienda mantequilla, galletas dulces y de soda, muslos de pollo, pechugas de pollo y café Serrano”, lo que provocó una airada protesta.


Omayda me dice: “Imagínate tú, mi hijito, en este país todo es así de locos, ahora yo tengo que cobrar mi chequera que son 260.00 pesos (moneda nacional) una miseria para los precios como están, y ver si el cajero me quiere vender unos CUC (pesos convertible), mi jubilación vienen siendo unos 10.00 cuc, tengo entendido que no en todos los lugares te los venden. Entonces tendré que ir hasta 21 y 12 en la CADECA (Cajas de Cambio) para comprarlos, y cuando llegue a la tienda seguro se acabó todo.


Y no te preocupes por la gente, porque ellos no estaban así hasta que se enteraron lo que sacaron en la tienda, ¡Que cosa! para todo es una complicación y una desgracia”.


Omar Borroto de 65 años de edad quien me sucedía en la cola y oía la conversación, en actitud de complicidad,  me expresa: “Estas cosas suceden cuando hay tantas penurias y tanta corrupción, que por supuesto la primera genera la otra, para que te des cuenta, ahora tú vas hasta 25 y Hospital a buscar una pieza para el auto, si lo tienes, y te encuentras con que en la tienda no hay la pieza, pero afuera existen los revendedores, que en combinación con los trabajadores de adentro, venden todo lo que tu desees a un precio más alto. Sé que estas personas cuando llega por ejemplo: carburadores de LADA, los compran todos, los guardan, y después los venden a un precio altísimo. Y así sucede con todo, no quiero justificar el mal abastecimiento del Estado, y el mal trabajo, que ya se manifiesta en todos los sectores de nuestra sociedad, que es la causa por la que proliferan todos estos acaparadores, ladrones y especuladores, y así sucede en todo, tenemos 50 años de tratar de “institucionalizar” este país y no se ha podido, ¿por qué será?”


“Te pongo un ejemplo para que entiendas, me contaron que el otro día se realizó en el Ministerio de Salud Publica una actividad donde se hizo un reconocimiento a varios médicos y trabajadores del sector, estaba invitado el ministro Balaguer, después que se apareció pasadas dos horas  hizo las conclusiones ¿y sabes lo que dijo? Que la palabra reflexión estaba prohibida, porque esa palabra estaba reservada y sólo podía decirla el Comandante en Jefe ¡imagínate tú!”


Esa es la gente que nos dirige, así ¿qué podemos esperar?, de contra que no tenemos nada, también nos quitan las palabras del vocabulario, ¡es el colmo!. ¿Te acuerdas cuando nos quitaron 3 libras de azúcar para Chile, que no volvimos a ver nunca más, así que mi hijito, yo solo les puedo decir a ustedes, los más jóvenes como dijo Sócrates antes de morir: “Vosotros salís de aquí a vivir, yo, a morir; pero solo los Dioses saben cuál de las dos es la mejor”. Cada día le encuentro un gran sentido a sus palabras. Ya hice mi parte, ahora les toca a ustedes tratar de arreglar esto.  

 


      

Ciudad de La Habana, 25 de marzo de 2010

  

 

Suceso narrado por el comunicador comunitario Lázaro Yuri Valle Roca