María Nélida López Báez Teléfono: 52437850.
Con la cantidad de problemas sociales acumulados que tienen en la actualidad los cubanos en la Isla, la extrema pobreza se hace algo “normal” dentro de los que aquí viven; así como los dilemas de salud no solucionados.
Aunque son muchos los casos que se pueden exponer, citaremos el de Rosario Báez Díaz, una señora de 80 años de edad que residen en Neptuno # 452 entre Campanario y Manrique, apartamento 4, en el populoso municipio de Centro Habana.
Rosario tiene una gran variedad de padecimientos, pero la afecta la demencia senil, en el momento de conversar con ella se encontraba con 39 de fiebre, portadora del último virus al que de forma popular se le conoce como “No te suelto”, que en su sintomatología provoca decaimiento, deseos de vomitar, fiebre alta y dolor en todo el cuerpo.
Esta anciana depende de una pensión alimenticia de 210 pesos moneda nacional, equivalente a 8.40 cuc. Según plantea quien la atiende, después de pagar la luz, el agua, el gas, un refrigerador que le descuentan y los medicamentos que toma de forma diaria; no le queda mucho para alimentarse durante el resto del mes.
Las condiciones de su vivienda son pésimas, los techos en mal estado y las paredes, así como el baño; todo falta de mantenimiento y desbastado por los años.
Comparte su casa con el esposo, con el que lleva 50 años de matrimonio; también con 78 años de edad tiene un retiro de 220 pesos moneda nacional, en divisa 8.80. Como está en sus cabales, a pesar de su edad y sus enfermedades es el sustento de los dos.
En esos momentos están pidiendo un subsidio que funcionarios del gobierno estipularon con un valor de 11 mil pesos moneda nacional, lo que no les alcanzaría, ni para reparar el cuarto ya que las paredes están en muy mal estado.
En la verborrea oficial, conocida como ficticia por todos, la dictadura expresa su preocupación por la niñez y las personas de la tercera edad; pero la realidad es muy distinta, si no se cuenta con los medios monetarios necesarios, no podrá tener acceso a solucionar problemas como los de Rosario, la que se ha pasado toda la vida esperando tener un futuro mejor, en lo que concierne a casa y comida.
La Habana, 5 de noviembre de 2017