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En la actualidad, entre los padecimientos más frecuentes en la población, están los relacionados con el aparato respiratorio. Enfermedades que se pueden manifestar crónicas; pero también con menor grado de infección (agudas superiores o inferiores); patologías que en los últimos tiempos han ido en aumento, debido a un grupo de factores que van desde la inestabilidad climática-ambiental existente, hasta los altos índices de humedad en la atmosfera, por la posición geográfica de nuestro país en la franja tropical, situación favorable para su desarrollo.
A pesar de la evolución sustancial de estas enfermedades en la población, en un municipio de la provincia Artemisa, los pacientes con estos tipos de trastornos, llevan varios meses sin ser atendidos en consulta médica por la inestabilidad -en algunos casos- y la ineptitud en otros de los especialistas médicos en la Dirección de Salud Territorial.
Los habitantes de Güira de Melena, municipio sureño de la provincia, hoy día enfrentan una situación penosa que involucra lo más importante que posee el ser humano “la salud”. Lo que ha traído como resultado que haya florecido nuevas quejas de la ciudadanía contra el mal funcionamiento que brindan en la actualidad los servicios médicos en el municipio.
Especialidades como: Alergia, Otorrinolaringología y Dermatología son las de mayor problemática; porque a pesar de prestar servicios de consulta al pueblo una sola vez al mes, cuando deben acudir el día indicado, o bien faltan a consulta y en algunas ocasiones dejan sin atender a buena parte de los pacientes que acuden en busca de cuidado medica.
Dentro de las muchas personas afectadas por este déficit de médicos en consulta, se encuentra una joven estudiante del preuniversitario Eugenio María de Hostos del referido municipio. Cuenta la mamá de la joven -que prefiere discreción a sus identidades por temor a represalias- que desde el mes de septiembre tiene el tarjetón (documento controlador del fármaco en las farmacias) vencido y cada vez que acude al facultativo médico especializado en alergias, para renovarlo, encuentra un inconveniente para ello.
Refiere la señora que: “muchas veces no acuden a consulta y cuando lo hacen no duran ni dos horas atendiendo al público, la mayoría tiene que esperar hasta el próximo mes para con buena fortuna ser asistido por el doctor en cuestión, ya que, en el caso del alergista, solamente consulta el último viernes de cada mes”.
Por este proceder, su hija que padece de bronquitis asmática, se encuentra sin recibir el medicamento prescripto (Ketotifeno y Fluticosona en Espray) desde entonces, porque para adquirirlos en la red de farmacias, tiene por obligatoriedad que presentar el certificado emitido por el doctor, para después confeccionarle un nuevo “tarjetón” y por ende poderle vender el medicamento.
A estos inconvenientes tampoco escapan los que presentan patologías dermatológicas y de otorrinolaringología, cuyo personal especializado encargado de brindar esos servicios de consulta en el territorio fue enviado a “cumplir misión” a tierras extranjeras, sin que hasta la fecha las instancias superiores de Salud Pública hayan enviado el respectivo reemplazo para suplir esas funciones.
Esto hace que, en la actualidad, los que requieran de atención en esas disciplinas, deben sin remedio, trasladarse hacia una de las instituciones hospitalarias de la provincia para tener “suerte” y “lograr” que haya un facultativo en esa modalidad prestando servicios.
Resulta contraproducente y alarmante que en el país -que según difunde y se vanagloria el régimen- que más médicos per cápita por habitante existe en el planeta, no se encuentren especialistas que garanticen la estabilidad y un servicio médico de excelencia a la ciudadanía.
Artemisa, 12 de diciembre del 2017