Por: Yainé Pintado Adaya.
Fundación Madres, Familia y Futuro un
proyecto de
La Red Cubana de Comunicadores
Comunitarios
El caso de Juan
Carlos Díaz Fonseca -enfermo de Sida y su secuela de padecimientos- con una hija
epiléptica y retrasada mental, ya aburre, por llover sobre lo mojado. A pesar
de múltiples gestiones durante 5 años para obtener el título de propiedad de
una vivienda inhabitable que le posibilitaría: tener un registro de dirección, gestionar un subsidio para acondicionar el
inmueble y obtener la dieta imprescindible para su mal; aún no lo ha logrado.
Para colmo en los primeros días de diciembre les impusieron multas a su esposa
Judith y a él, por un importe total de 120 CUP, que por supuesto no pueden pagar.
El 13 de
diciembre de 2012, se le hizo entrega de un documento firmado por el director municipal
de la Vivienda, nombrado Teddy Martínez Infante, el papel estaba dirigido a la
Oficina del Carné de Identidad del municipio de Guanabacoa, solicitando valorar
la posibilidad de realizarle el cambio
de dirección para poder obtener su dieta, aclarando que la vivienda aún se
encuentra en trámites de legalización.
La familia se presentó en la oficina
mencionada, donde le informaron que no había sido aceptado el cambio, ya que la
carta del Director Municipal de la Vivienda no tenía ningún valor, por tratarse
solamente de una solicitud y no de una autorización legal.
Cuando Juan
Carlos se dirigió al Consejo Administrativo de la Vivienda, lo recibió el propio
Director, junto a su secretaria Martha, y el funcionario le informó que el
haberle otorgado esa casa había sido un mal trabajo de Martha, ya que el
necesitado tenía la dirección en otra provincia, pero no obstante le aseguró que
el día 21 todo estaría arreglado, lo cual resultó como ha sido hasta ahora
falso.
Siguen pasando
días, meses, años y Juan Carlos no podrá seguir esperando porque su enfermedad no se lo va a permitir,
es por eso que se pregunta: “¿Mi propiedad estará en el cementerio?
La Habana, 21 de
enero de 2013.